viernes, 13 de julio de 2012

Zulianos recuerdan sus Juegos de Estrellas


Pasaron 18 años para que el Zulia, uno de los estados venezolanos con mayor arraigo al béisbol, volviera a ver a uno de sus hijos en un Juego de Estrellas de Grandes Ligas.
Carlos González se convertió, el martes, en el cuarto zuliano en participar, primero desde 1994, uniéndose al inmortal  Luis Aparicio, a Víctor Davalillo y a Wilson Álvarez.

“Con los números que había puesto, no sé por qué no había hecho el Juego de Estrellas antes”, dijo Álvarez, el último del patio en actuar en un Clásico de Mitad de Temporada. “Se nota la diferencia del trabajo que hizo en Venezuela. Él tiene el potencial para seguir así. Lo que tiene es que seguir trabajando, no descuidarse. Su hábito de trabajo es bueno”.
Y los pioneros zulianos en Juegos de Estrellas cuentan su historia en estos clásicos. Así lo recuerdan los antecesores de "CarGo".

Aparicio: "No me esperaba eso tan rápido"

En el béisbol venezolano no existe figura que haya brillado más en las Grandes Ligas que Luis Aparicio.
El ex campocorto de los Medias Blancas de Chicago, Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston es el criollo que más participaciones tuvo en Juegos de Estrellas al ser seleccionado para 13, de los cuales vio acción en 10.
“La primera vez que fui me sentí muy alegre, porque no me esperaba eso tan rápido”, contó Aparicio, de 78 años. “Al Juego de Estrellas nada más van los mejores y esa ha sido una de las alegrías más grandes que he tenido en el béisbol, y en mi vida, porque mi vida ha sido el béisbol”.
El único criollo en el Salón de la Fama fue seleccionado por primera vez en 1958, en su tercera campaña, y repitió  en 1959 (se celebraban 2 juegos), 1960 (2), 1961, 1962 (2), 1963, 1964, 1970, 1971 y 1972, dejando promedio de .071 (28-2).
Aparicio tuvo el honor de estar presente en Clásicos de Mitad de Temporada con tres uniformes diferentes en tres diferentes décadas.
“Eso es resultado de los 18 años que jugué en Grandes Ligas”, reflexionó el inmortal, quien guarda un especial recuerdo de su último choque estelar, disputado en 1971 (al año siguiente no jugó por lesión).
Aparicio abrió el tercer acto con hit ante Dock Ellis, quien después fue castigado con un monumental cuadrangular de Reggie Jackson por el right field.
“Eso fue en Detroit. El único batazo que he visto que ha pasado por arriba de las luces”, recordó. “El estadio viejo de Detroit tenía tres pisos, y arriba estaban las luces. Bueno, por arriba la pasó. De vaina y no me pasó él a mí, porque yo me quedé parado entre primera y segunda para ver ese batazo”.

Davalillo: "Te pone a valer más"
Víctor Davalillo sólo recibió el llamado a un Juego de Estrellas, en Minnesota, en 1965, pero llegó por la puerta grande: como centerfielder titular de la Liga Americana.
“Me sentí muy orgulloso, porque fui escogido dentro de los mejores 25 hombres de la liga”, rememora “Vitico”, a sus 75 años. “Si a ti te escogieron es porque has hecho mejor labor de muchos que están ahí. Eso es un reconocimiento grandísimo”.
Y lo fue para el entonces jardinero de los Indios de Cleveland, quien dejó en el banco a inmortales como Mickey Mantle, Al Kaline y Carl Yastrzemski.
Además, el cabimero se fue de 2-1, con el único hit que permitió Juan Marichal en tres innings casi perfectos.
“Lo primordial para un pelotero es, primero, estar en un Juego de Estrellas; segundo, llegar a una Serie Mundial. Si lo haces es porque eres un pelotero valioso, y te pones a valer más”.

Álvarez: "Me sentía como un muchachito"
Wilson Álvarez ingresó en julio de 1994 al clubhouse visitante del Three Rivers Stadium, de Pittsburgh, para formar parte del equipo de la Liga Americana. Allí era compañero de algunos miembros actuales del Salón de la Fama, como Roberto Alomar, Wade Boggs, Kirby Puckett, Cal Ripken, Paul Molitor, y otros futuros, como Ken Griffey Jr., Iván Rodríguez y Randy Johnson.
“Yo me sentía como un muchachito. Ver a todos esos caballos juntos es un momento muy agradable”, recordó. “Para mí fue algo bastante especial. Uno sueña con estar ahí”.
Le tocó relevar en el octavo inning para enfrentar a Barry Bonds, Mike Piazza y Ken Caminiti. 
“Entré nervioso. A Bonds (fly al CF) le tiré un recta afuera, a Piazza (rolling a egunda) una curva hacia las manos y a Caminiti (fly al left) recta”, señaló. “Fue un momento de gran alivio cuando saqué el inning”.

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