Reverencias al "Samurai"

Alex Cabrera se convirtió, ayer, en el primer jugador en disparar tres jonrones en el “Luis Aparicio” y en un Juego de la Chinita, para opacar el debut de Alex Torres y darle a Tiburones de La Guaira un triunfo de 6-2 sobre Águilas del Zulia.

Alex Cabrera es apenas uno de los tres peloteros en la historia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional con 100 o más jonrones y ayer se unió a otra selecta lista de 18 peloteros con tres vuelacercas en un mismo juego, luego de hacer historia con sus kilométricos batazos al ser el primero en lograrlos en el estadio Luis Aparicio, de Maracaibo, y el primero en sacarlos en un Juego de la Chinita.
El slugger de los Tiburones de La Guaira bateó de 3-3, con tres cuadrangulares y cuatro remolcadas, para conducir a los salados a una victoria de 6-2 sobre Águilas del Zulia ante 15.979 aficionados presentes en el nido rapaz.

“No es nada fácil. Este ha sido un parque bastante difícil, creo que para todos los peloteros que han pasado en el béisbol venezolano, porque es un estadio en el que la bola no sale. Estoy impresionado”, señaló el toletero, de 42 años. “Las ganas que tengo de trabajar, de ayudar al equipo, es lo que me está haciendo dar los jonrones y dar los batazos que tengo que dar”.
Y Cabrera comenzó su show personal en el mismo primer episodio, luego de desaparecerla con uno a bordo ante el Alex Torres, quien hizo su estreno en la campaña con tres episodios, en los que permitió tres hits, dos anotaciones, con par de boletos y par de ponches.
“(La actuación de Torres) me pareció bien, pese a esa equivocación en el primer inning”, señaló el mánager aguilucho, Luis Dorante. “Estuvo agresivo en sus pitcheos y con buena velocidad”.
Los rapaces descontaron en el tercero, con doble de José Pirela y sencillo remolcador de Marwin González, y se acercaron aún más en el quinto, con sencillos consecutivos de Alí Castillo, Ender Inciarte y Freddy Galvis.
El hit de Inciarte le ayudó a salir de una sequía de 24 turnos sin inatrapables.

Pero el espectáculo de Cabrera aún no terminaba y en el sexto, ante Roy Merritt, la volvió a desaparecer por la izquierda para aumentar la ventaja 4-2.
Los zulianos tuvieron diversas oportunidades para acercarse, e incluso para empatar, pero entre el mal corrido de bases y no dar el batazo oportuno abrieron la puerta para que Tiburones sentenciara con tres carreras en el noveno, amparados nuevamente en el bate de Cabrera.
“El Samurai” esta vez castigó a Yeiper Castillo, a quien le envió la pelota a las gradas del center field para poner en el congelador un choque que se sentenció con otras dos anotaciones en ese acto.“Un solo pelotero nos ganó el juego, prácticamente”, se lamentó Dorante. “A ese tipo de bateadores no les podemos tirar rectas. No podemos retarlo. Si es recta tiene que ser bien adentro y, obviamente, el pitcheo no lo hicimos”.
Cabrera señaló que la clave en su muestra de poder fue no desesperarse y esperar el pitcheo que estaba buscando.
“Salí a buscar buenos contactos, porque ellos me estaban tirando adentro. En los dos primeros turnos siempre estaba pensando en el pitcheo adentro, me lo tiraron de strike, y tuve la suerte de conectarlo bien y sacar los jonrones”, destacó el héroe ofensivo de la jornada. “ Y el último pitcheo sí salí a buscar una slider cuando estaba en 3-1, porque me lo imaginé, pensé que no me iba a tirar recta en ese conteo”.

El toletero es líder bate del circuito con .395, igualado con Cory Aldridge (Caribes), tercero en jonrones, con ocho, a dos de Jesús Aguilar (Leones), y tercero en remolcadas, con 28, a tres de Aguilar y Mario Lissón (Magallanes), por lo que tiene un chance legítimo de conseguir la Triple Corona, algo inédito en la historia de la Lvbp.
“Quien lo hizo fue de apellido Cabrera (Miguel, en Grandes Ligas). Quien quita y lo pueda hacer otro de apellido Cabrera”, soltó el oriental. “Pero eso es un trabajo bastante difícil, porque estamos luchando contra muchos peloteros que son muy buenos en esta liga, que son buenos bateadores, buenos jonroneros, buenos empujadores, pero todo puede pasar”. 
“Nunca se le puede decir no a las oportunidades”, añadió. “Y si Dios me da la oportunidad, lucharé para ganarla”.