viernes, 13 de julio de 2012
30 años después, Concepción sigue siendo "El Rey"
El capitán de la Gran Maquinaria Roja recordó cómo hace tres décadas se convirtió en el primer, y hasta ahora único venezolano, en ser el Jugador Más Valioso de un Juego de Estrellas.
En 1982, el Olympic Stadium, de Montreal, acogía por primera vez un Juego de Estrellas de Grandes Ligas fuera de los Estados Unidos. Exactamente el 13 de julio de ese año, David Concepción sobresalió dentro de un grupo que incluía a 18 actuales miembros del Salón de la Fama de Cooperstown.
“El Rey” David, entonces campocorto de los Rojos de Cincinnati, se convirtió ese día en el primer venezolano, y hasta ahora el único, en ganar un premio al Jugador Más Valioso en el choque entre los mejores exponentes de la Liga Nacional y la Liga Americana.
El capitán de la Gran Maquinaria Roja conectó de 3-1, con par de remolcadas, gracias a un jonrón de dos anotaciones en el segundo capítulo, que fue suficiente para el triunfo del viejo circuito 4-1.
“Parece que fue ayer cuando bateé ese jonrón, pero fue hace 30 años que lo hice”, dijo un emocionado Concepción, vía telefónica, al evocar ese memorable momento. “La gente siempre recuerda ese partido, entonces es difícil olvidarlo”.
“Ser el primer venezolano Más Valioso en un Juego de Estrellas significa mucho”, continuó. “Es como decir que Pastor Maldonado ganó (un Gran Premio en) la Fórmula Uno. Ser el primero es algo de lo que se siente uno muy orgulloso”.
El excampocorto, de 63 años, desempolva el baúl de sus recuerdos para repasar la conexión que lo llevó a la gloria.
“El pitcher fue (Dennis) Eckersley. Fue un slider que se quedó alta”, explicó. “Fue un pitcheo alto, una slider que no rompió. Fue un swing bien compacto”.
“Fue una bola que salió de línea. Yo no era muy ‘puleador’ y esa bola fue bateada en toda la raya del left field”, prosiguió. “Yo era un bateador del right y center field. Sacaba más la bola entre left y center que por la raya. Me hizo un pitcheo en el que pude halar la bola y salió con facilidad. Y eso que yo tenía mucha dificultad en batear en ese estadio de Montreal. Mucha dificultad”.
De hecho, en ese parque fue donde presentó el peor promedio de su carrera al conectar para .176 en 59 juegos, con 10 dobles y un jonrón en 204 turnos
“Yo no le veía la rotación a la bola bien en ese estadio”, acotó. “No sé por qué, pero tenía muchos problemas para batear en ese estadio”.
Pero allí dio su cuadrangular más famoso, pese también a la advertencia que le hizo su exmánager en Cincinnati, Sparky Anderson, al propio Eckersley.
“Recuerdo que Sparky era coach de la Liga Americana, le hizo señas y le dijo que no me subiera la bola: ‘Pitcheale bajito, Pitch him down’”, contó Concepción.
Eckersley no cumplió con la petición de Anderson y lo pagó caro. Tras la conexión, el lanzador ni siquiera volteó a ver dónde caía la esférica. Sabía que saldría del parque.
“Se equivocó con un slider alto y le saqué la bola. Entonces, cuando venía corriendo las bases, él sabía que se había equivocado”, señaló el maracayero, quien después del compromiso conversó con su expiloto Anderson. “Yo le dije después del juego, ‘mira, me mandaste a pitchear bajito’. ‘Yo sabía que había que pitchearte bajito, porque la bola alta tú la bateabas muy bien’”.
Concepción, además, hizo pareja alrededor de segunda por segunda vez consecutiva con su compatriota Jesús Marcano Trillo, siendo el único jugador del infield que no pertenecía a los Filis de Filadelfia. Pete Rose y Mike Schmidt custudiaron las esquinas, en la inicial y la antesala, respectivamente.
Aparte del trofeo de MVP (Jugador Más Valioso en sus siglas en inglés), Concepción guarda un recuerdo muy particular de ese compromiso.
“Tengo los zapatos con los que jugué y tengo el trofeo. Recuerdo que los zapatos estaban llenos de tabaco, porque uno de los catchers era Tony Peña”, apuntó. “Él mascaba mucho tabaco y era muy echador de broma”.
“Llevaba unos zapatos blancos, que era la primera vez que me los iba a poner, porque los Rojos de Cincinnati usaban zapatos negros”, comentó. “Entonces me escupió los zapatos para que estuvieran sucios. Creo que me dio suerte”.
Para ese momento sólo 32 venezolanos habían jugado en las mayores y únicamente siete habían podido actuar en un Clásico de Mitad de Temporada. Desde entonces se han graduado 278 bigleaguers del patio, de los cuales 38 han sido seleccionados para participar en un All Star. Tres décadas después, y pese al crecimiento del béisbol venezolano, Concepción sigue esperando compañía criolla en la lista de Más Valiosos en Juegos de Estrellas, trofeo que han obtenido sólo 10 latinos en la historia.
“Creo que no han tenido la suerte de llegar a ese momento oportuno y ser el Más Valioso del juego”, expresó, en referencia a todos sus compatriotas que han participado en el estelar compromiso. “Hay peloteros que han dado jonrón (Magglio Ordóñez y Víctor Martínez), pero no han sido Más Valiosos. Son suertes que tiene uno. A mí me tocó hace 30 años y todavía se ha mantenido”.
De lo que sí está seguro es que tarde o temprano alguien lo acompañará, por el talento de exportación existente.
“Tenemos poderío con Miguel Caberea, tenemos a Carlos González... Todos los que están jugando tienen la oportunidad de ser elegibles al Juego de Estrellas y tienen la oportunidad y el momento para poder ser el Jugador Más Valioso”, comentó, mientras que añadía que “hay que tener mucha suerte”.
El de 1982 fue el noveno y último Juego de Estrellas para el aragüeño, quien no discute que fue el más especial de todos sus momentos vividos en sus 19 años en las mayores, por encima de sus títulos de la Serie Mundial.
“Sería el número uno. Jugar la Serie Mundial también fue muy emocionante, en el año 70, ser campeón de la Serie Mundial en el 75 y 76, son momentos que uno no puede olvidar”, subrayó. “Nunca fui Más Valioso en una temporada, pero fui el Más Valioso de los Rojos de Cincinnati y ser el Más Valioso en la Liga Nacional es algo muy importante en un Juego de Estrellas”.
¿Por qué es su momento preferido? Lo resume de esta manera: “Estábamos fuera del país, estábamos en Canadá, tuve la oportunidad de darle un jonrón a un Hall de la Fama, Eckersley. Eso me trae muchos recuerdos”.
Y otra razón de peso para atesorar por siempre ese momento es que se llevó los máximos honores por delante de otros 17 miembros de Cooperstown: Carlton Fisk, Rod Carew, George Brett, Robin Yount, Rickey Henderson, Reggie Jackson, Eddie Murray, Dave Winfield, Carl Yaztrzemski, Rollie Fingers y Rich Gossage por la Liga Americana, y Gary Carter, Mike Schmidt, Andre Dawson, Steve Carlton, Phil Niekro y Ozzie Smith por la Nacional.
“El único que falta soy yo”, subrayó Concepción, quien será elegible por el comité de veteranos el próximo año. “Creo que me han dado todo en mi carrera, me han puesto en todos los sitios que me merezco, pero me falta estar al lado de los inmortales”.
“Estoy esperando por ese momento”, agregó. “(Llegará) muy pronto, si Dios quiere”.
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