Un día después de conquistar la Triple Corona, Miguel Cabrera contó cómo vivió su histórica gesta. Sobre el MVP dijo: “Es algo de lo que no estoy pendiente”.
Pocas horas después de ver su nombre inmortalizado entre leyendas como Lou Gehrig, Ted Williams, Mickey Mantle, como uno de los 10 peloteros en lograr la Triple Corona en la era moderna (después de 1920), Miguel Cabrera reflexiona sobre su gesta en la tranquilidad de su hogar en Detroit, donde atendió la llamada telefónica de PANORAMA.
—¿Cómo vive ese primer día después de ser un triplecoronado?
—Se siente raro. En realidad es una satisfacción grande. Nunca pensé que podría pasar eso, que podría ocurrir, pero gracias a Dios corrí con bastante suerte. Ante todo le doy muchas gracias a Dios por darme la oportunidad de salir al terreno todos los días, darme la salud, darme la virtud de estar ahí, darme la claridad y ver todas las cosas bien y tratar de salir al terreno a hacer mi trabajo.
—Desde Carl Yastrzemski hasta LeBron James lo felicitaron por esa hazaña. ¿Qué sensación le da eso?
—Increíble. Ayer (miércoles), cuando mis agentes compraron ese nombre de @MiguelCabrera en Twitter, muchos de ellos pudieron felicitarme, mandarme esos mensajes. LeBron es la élite del baloncesto aquí en Estados Unidos y en realidad me sentí muy orgulloso de que ellos me hayan felicitado y hayan estado pendientes de lo que uno pueda hacer en un terreno de juego.
—¿Se siente parte de esa élite, con Williams, Yastrzemski, Mickey Mantle?
—No, no. Esos tipos son inmortales. Lo que ellos hicieron en el béisbol en esa época fue increíble, fue algo respetable. En realidad nunca me sentí así. Falta mucho camino por recorrer, me faltan muchos años de pelota, si Dios me lo permite y me da salud, y siempre encaminado y enfocado en una sola cosa, que es ganar. Pienso que eso es lo primordial. Para eso somos un buen equipo, para ganar. No para premios personales. Si uno gana, van a venir muchas cosas buenas, y mira los resultados. Le dije a muchos periodistas que si ganábamos la división, la Triple Corona o cualquier triunfo individual podía venir. El trabajo colectivo es lo que hace a un jugador y a un equipo grande.
—¿La lucha por la división, qué tanto le ayudó a desviar la atención de la Triple Corona?
—Muchísimo. Eso me ayudó a enfocarme en una cosa a la vez, que es ganar, salir al terreno a hacer las pequeñas cosas, si había que mover a un corredor, moverlo, y pienso que ese enfoque es el que he tenido y lo que me ha ayudado a mí a que año tras año tenga buenos números, que sea consistente. En eso fue lo que me enfoqué, en no tratar de cambiar mi juego, tratar de buscar mi misma rutina, mi mismo plan y eso fue lo que hice.
—¿A qué considera que se debe su buen rendimiento en las partes finales de temporada?
—Pienso que a la experiencia que uno va agarrando como pelotero, cuando van pasando los años. No era la misma que cuando estaba en los Marlins, que en septiembre tenía la mala costumbre de bajar mi rendimiento. Después, sabía que en esos dos últimos meses podía remontar mi temporada, terminar fuerte. Tener un nuevo enfoque pienso que me ha ayudado mucho. También el trabajo que he hecho en el offseason (fuera de temporada) me ha ayudado a mantenerme sano durante toda la temporada, no solamente jugar a un mismo nivel los seis meses de temporada, y ese trabajo físico me ha ayudado a que no me canse mucho y pueda jugar en un alto nivel.
—Tener un equipo en la pelea...
—Esa es otra cosa que me ha ayudado. Cuando uno está eliminado, la mentalidad cambia, aunque uno no quiera. Cambia automáticamente, pero aquí en Detroit siempre hemos estado metidos en la pelea. Tengo algo por qué luchar y eso me ha ayudado también. El año pasado estábamos peleando por una división, queríamos correr, queríamos ganar, y así fue. Este año queríamos remontar, esta temporada nos daban como perdedores y pudimos trabajar en conjunto, remontar el último mes y quitarle esa división de las manos a Medias Blancas.
—¿En qué momento cayó en cuenta que podía lograr la Triple Corona?
—Hasta hoy (ayer). Hoy fue que esa hazaña se hizo realidad. Siempre estaba a la expectativa todo el mundo de lo que hacía éste... Nunca le deseo mal a nadie. Los números que puso (Josh) Hamilton son impresionantes, los que ha puesto (Mike) Trout, para un novato, es algo nuevo en la historia del béisbol, y muchos peloteros, como (Curtis) Granderson ayer (miércoles), que dio dos jonrones para llegar a 43. Eso es lo bonito del béísbol, que uno nunca sabe lo que pueda pasar hasta que se diga, ya, no se juega más pelota. Se terminó esto. Aunque ayer dijeron oficialmente que la había ganado, todavía no lo había creído. Es algo impresionante, algo que en mi carrera nunca esperaba hacerlo, porque se veía imposible con tanta competencia que hay ahorita, porque no compites contra un solo jugador, sino que estás compitiendo con los mejores en la élite de la pelota. Dominar esos tres departamentos, y otros que nadie nombra, pienso que tiene mucho mérito y es algo para lo que uno tiene que correr con demasiada suerte como corrí yo. La suerte fue algo fundamental para que ganara esto.
—¿Cuál fue su reacción cuando lo sacan del terreno en pleno inning y el público se puso de pie a aplaudirlo en Kansas City?
—Increíble. Primera vez que me pasa esto en mi carrera, y más fuera de casa. Eso fue impresionante, algo indescriptible. Fue uno de los mejores momentos de mi carrera. Que el público que está en tu contra, que pide que te ponches y que te hagas out, venga y se levante y te aplauda, eso no tiene nombre. Eso es algo inolvidable.
—¿Considera que esta es la temporada en la que se convertirá en el primer venezolano en ganar un premio al Jugador Más Valioso?
—En realidad no sé. Como le dije a mi familia, gracias a Dios tuvimos la oportunidad de hacer esta hazaña. El MVP es algo que uno no pude controlar. Es una votación, es una opinión de personas y bueno, si me lo gano, bien recibido, vamos a estar muy orgullosos de eso. Pero en realidad es algo de lo que no estoy pendiente. Ahorita lo mejor de lo que podemos estar pendiente es de ganar una Serie Mundial, tratar de ganar ese anillo, y tenemos una serie fuerte ahorita con un equipo bien caliente como es Oakland, que está jugando un béisbol increíble.
—¿Le han manifestado sus familiares cómo se vive su hazaña en el país?
—Me han dicho, pero una cosa es que te digan y otra es vivirla. En mi tierra, en Venezuela, allá en Maracay, todo el mundo está pendiente de lo que uno está haciendo por aquí, y de todos los venezolanos. No es solo un triunfo personal, sino un triunfo de toda Venezuela. Espero que nos veamos pronto por allá, y con un anillo de campeón también.
—¿A quién le dedica su hazaña?
—A mi familia, a mis hijos, que son la raíz fundamental de todo lo que voy a hacer en el terreno. Son los ojos, hoy por hoy, de lo que pueda ver en mi vida, y a toda esa fanaticada en Venezuela que tanto estuvo pendiente de ese triunfo. Muchas gracias por todo ese apoyo que no solamente le han brindado a uno, sino a todo el deportista venezolano, y que sigan los triunfos, no solamente de una persona, sino de una nación. Somos un país unido, que nos unamos, luchemos por un mismo ideal y que viva el béisbol, que viva la pelota.
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