Eduardo Pérez, mánager campeón con Tigres de Aragua, aseguró que las piezas adquiridas desde el Zulia fueron clave para el título en la Lvbp. Ahora apunta hacia el cetro de la Serie del Caribe.
Eduardo Pérez tuvo que retroceder hasta su época de pelotero en Pequeñas Ligas para recordar su última celebración como campeón en Venezuela.
En Estados Unidos celebró la conquista de la Serie Mundial con los Bravos de Atlanta en 1995. Individualmente fue Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 1999 y Jugador Más Valioso de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional en la campaña 1994-1995. Pero asegura que nada se compara con lo vivido el pasado viernes, cuando conquistó con Tigres de Aragua su primer cetro como mánager.
“Nada se compara a esto. Quedar campeón en Venezuela para mí va a ser lo máximo”, afirmó, vía telefónica desde Maracay, donde finiquitaba los últimos detalles antes de viajar con su equipo, hoy, hacia República Dominicana para debutar en la Serie del Caribe, mañana, ante Puerto Rico.
“Creo que esto va a pasar a ser el primer lugar de todo, porque sufrimos bastante, trabajamos bastante. Es un orgullo quedar campeón en Venezuela, y eso ha sido lo máximo para mí, por encima de haber ganado una Serie Mundial y cosas que para muchos es lo máximo en el béisbol”, apuntó. “Darle ese campeonato a los Tigres de Aragua es lo máximo que he hecho en mi vida”.
Para conseguir el objetivo los felinos tuvieron que reponerse de un 0-2 en la serie ante Navegantes del Magallanes, que estuvo a dos outs de colocar la final 0-3, pero los felinos reaccionaron para voltear la serie, pese a no tener a su estratega sino hasta el sexto compromiso por una suspensión de cuatro juegos.
“Igual estuve ahí con el equipo y hacía todos los movimientos. Teníamos radios, teníamos televisores por todos lados y se me hizo difícil, porque quería estar en el terreno y dirigir, pero el staff de coaches me hizo un gran trabajo informándome, haciéndome entender todas las cosas que pasaben en el terreno de juego y todo nos salió bien”, explicó. “Ese tercer juego en Maracay fue lo que cambió todo en la final. Batearle al mejor pitcher de Venezuela, como era Hassan Pena, fue como la inspiración. Si le ganamos a él podíamos ganarle a cualquier lanzador. Para mí ese fue el juego clave”.
También consideró clave para la consecución del campeonato el trabajo con varias personas que tuvo el año pasado con Águilas del Zulia, club que decidió no repetirlo en el cargo para la recién culminada temporada.
“Me traje a Willie Collazo (coach de pitcheo), me traje a Bárbaro Garbey (coach de bateo), traté de
traerme a varios más, y aquí estamos, campeones”, enfatizó. “No solo armamos un buen equipo de peloteros, sino también de coaches y directivos. Carlos Guillén tenía a su alrededor a gente que trabaja, tenía a Jorgito (Urribarrí), tenía a Mike Rojas, tenía a Illich Salazar, a Federick Ortega, teníamos un grupo de personas que venía a hacer las cosas bien”.
“Por los cambios que hicimos recibimos las peores críticas, como el de Alex Romero, pero robamos a las Águilas”, afirmó. “Dejar ir a un catcher con tan buena defensa yo no lo haría nunca. Pude contar con Sandy León y él está contentísimo aquí. Otra de las piezas importantes fue Guillermo Quiroz, Luis Ugueto, Hernán Pérez, que fue la sorpresa más grande de mi equipo, por todo lo que hizo, con muchas ganas de jugar, muchas ganas de ganar, nunca tuvo un pero para jugar en cualquier posición y hacerlo bien”.
“Traerme a esos muchachos de las Águilas fue muy importante, a los coaches, a todos, y me sorprendió que las Águilas hicieran eso, porque saben lo profesional que son ellos, pero para mí fue muy bueno, porque pude contar con ellos y dieron todo por el equipo”, añadió el citojense. “Me sorprendió muchísimo que las Águilas cambiaran a Sandy, porque quizás no bateó el año pasado, pero a la defensiva, para mí, es el mejor receptor de Venezuela ahora mismo. Incluyendo Grandes Ligas, para mí, Sandy es uno de los mejores”.
Pérez, quien durante tres campañas dirigió a los rapaces, destacó que entre ambas organizaciones existe una diferencia que los separa del éxito.
“Son dos directivas muy diferentes. Carlos Guillén tiene un staff de ayudantes que conoce a todo el mundo en el Caribe, que son personas que tienen muchos años en el béisbol y eso ayuda mucho. Esa es la diferencia entre los dos equipos”, describió. “Águilas tiene un material criollo muy bueno, con el que pueden llegar bastante lejos, pero necesita jugadores extras, y no creo que sean americanos”.
“Necesitan peloteros de jerarquía, que existen en Venezuela. Nosotros contamos con un Guillermo Quiroz, que nadie quería en ningún lado, un Luis Ugueto, que las Águilas dejaron libre”, acotó. “Son jugadores que ayudan mucho, que nunca están enojados si juegan o no. Águilas tiene un material criollo bastante bueno, pero hay que saberlo administrar, saber los huecos que necesitan llenar para tener un equipo campeón, porque no es un pelotero el que hace un equipo, es un equipo el que hace al pelotero”.
Y eso es lo que espera seguir viendo en Quisqueya con las nuevas adiciones.
“Creo que vamos a hacer un buen papel en la Serie del Caribe. Estamos armando un buen equipo,
porque ahora no es Tigres de Aragua, ni Águilas del Zulia, ni Navegantes del Magallanes. Ahora somos Venezuela y queremos que el pueblo de Venezuela se sienta bastante orgulloso con el equipo”, indicó. “Necesitamos lo mejor para ser campeones, porque hay muchos equipos que se están reforzando y Venezuela no se va a quedar atrás. Carlos Guillén quiere quedar campeón del Caribe, yo también, y estamos armando tremendo trabuco para así llegar a la meta final, que es ganar la Serie del Caribe”.
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