Miguel Cabrera recibió este miércoles su quinta estatuilla como el criollo más destacado en Grandes Ligas de manos del inmortal zuliano.
Miguel Cabrera apenas tenía 22 años cuando recibió por primera vez el premio Luis Aparicio de las manos del único venezolano en el Salón de la Fama.
El entonces slugger de los Marlins de Florida llegó a Maracaibo entusiasmado. Era una figura emergente de las Grandes Ligas, con un anillo de Serie Mundial, un Bate de Plata y tres participaciones en Juegos de Estrellas, y su emoción fue notable al recibir el trofeo en el estadio Luis Aparicio “El Grande”, de Maracaibo.
Una década después, el aragüeño, de 32 años, ya escucha su nombre relacionado con el propio Aparicio, quien no duda en afirmar que algún día será su compañero en el Salón de la Fama.
“Yo sí creo. Con todos esos números creo que no tienen ningún problema”, soltó el inmortal zuliano, de 81 años, en la presentación del galardón que entregará hoy en el mismo escenario. “El primer voto que va a tener va a ser el mío”.
Cabrera, a su lado, sonríe, al igual que hace 10 años, con la diferencia que ahora lo acompaña en su currículo siete presencias más en Juegos de Estrellas, cinco Bates de Plata más, cuatro títulos de bateo, dos campeonatos de jonrones, otros dos de empujadas, dos premios Hank Aaron, otros dos al Jugador Más Valioso de la Liga Americana y, por supuesto, la única Triple Corona de las Grandes Ligas desde 1967.
“Es buenísimo que él diga eso de mí”, señaló Cabrera a PANORAMA, en referencia al inmortal zuliano. “Estoy orgulloso de todas las cosas que dice, orgulloso de todas las cosas en las que él puede ayudarme a crecer como pelotero profesional. Esas son cosas que me ayudan a seguir aprendiendo, a seguir luchando por las cosas que uno quiere lograr en el terreno de juego”.
Ya será la quinta vez que Aparicio le entrega una estatuilla con su figura al inicialista de los Tigres de Detroit, quien también la obtuvo consecutivamente en 2011, 2012 y 2013, por lo que ya tienen una relación más cercana a la de hace 10 años.
“Sus palabras me ayudan muchísimo”, admitió el único criollo con más de 400 jonrones en las
mayores. “Siempre me dice que trabaje fuerte, que trabaje duro, que trate de hacer las cosas de rutina en el terreno de juego, y siempre sus consejos son muy bien recibidos”.
Al orgullo de Maracay poco le gusta hablar de su futuro, simplemente porque vive el presente. Por eso no presta mayor atención cuando le comentan que está haciendo sus méritos para acompañar algún día a Aparicio, algo que asegura “es el sueño de todo pelotero”.
“Soñar no custa nada”, indicó sobre su posibilidad de ingresar cuando se retire al Salón de la Fama. “Todavía estamos soñando, todavía estamos viviendo el sueño de jugar en el béisbol profesional de Estados Unidos y solo espero tener salud y mantenerme consistente todos los años”.
Con 13 campañas en las mayores, Cabrera es considerado el mejor bateador venezolano de todos los tiempos, pero piensa que aún debe trabajar para estar al lado del nueve veces ganador del Guante de Oro.
“Aparicio es el mejor venezolano que ha pasado por las Grandes Ligas”, aseguró. “Me falta todavía mucho para llegar a donde él está. Espero que Dios me dé salud y energía para seguir haciendo lo que sé hacer y dejar esa huella ahí marcada, tratando de poner el nombre de Venezuela bien en alto”.
Por eso se siente honrado cada vez que sabe que será premiado por el único criollo en Cooperstown.
“Todo lo que él hizo te llena de orgullo. Hizo todas las cosas bien y por eso tiene todos los honores para estar en el Salón de la Fama”, afirmó. “Él es un ejemplo a seguir. Muchas personas no lo conocen, muchas personas jóvenes no saben quién es Luis Aparicio y pienso que tenemos que enseñar todo lo que él hizo, seguir más su trayectoria y nunca olvidar que él fue uno de los principales peloteros que nos abrió las puertas a todos nosotros para poder jugar en el mejor béisbol del mundo”.
Su respeto hacia el legado de Aparicio es tan grande que admite estar preocupado en que las próximas generaciones no valoren lo que hizo el excampocorto de Medias Blancas de Chicago, Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston.
“Es preocupante, porque así como pasa con él, que haya gente que no lo conoce, le pude pasar en algún momento a uno”, resaltó. “Tienen que enseñar más sobre la historia del béisbol venezolano y tienen que resaltar más las cosa que ellos hicieron, porque era un béisbol totalmente diferente al que estamos viviendo ahora”.
“Las cosas eran más difíciles en aquel tiempo”, continuó. “Ahorita hay muchas más comodidades y por eso siempre estoy agradecido por las cosas que hicieron ellos, por toda la comodidad que estamos viviendo en estos momentos”.
Y este miércoles tuvo la oportunidad de agradecerle una vez más en persona.
Publicado en la edición del miércoles 18 de noviembre de 2015 del Diario PANORAMA y actualizado especialmente para este espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario