"Espero que siga la racha"

Félix Doubront se enfrenta hoy a los Yankees con la misión de extender a 17 su seguidilla de aperturas sin permitir más de tres carreras. Está a la caza de Babe Ruth.
Félix Doubront tuvo un lento inicio de temporada. Algunas molestias en su brazo izquierdo lo hicieron tener en un momento su efectividad por encima de las seis carreras por cada nueve entradas de labor, pero desde el 16 de mayo la consistencia se ha convertido en su mejor aliado.
El zurdo de los Medias Rojas de Boston inició ese día una seguidilla que ya llega a 16 aperturas sin permitir más de tres carreras, la más larga para un abridor patirrojo desde 1995, cuando Tim Wakefield acumuló 17, y a quien pudiera alcanzar esta noche, cuando  lance en el inicio de una serie de tres juegos ante los Yankees de Nueva York.

“Vamos a enfrentarlos a ellos como si estuvieran en el primer lugar”, señaló el carabobeño, de 25 años,
vía telefónica desde Toronto. “Somos un equipo bastante consistente, que no comemos cuento, como uno dice. Si estamos en el primero, si estamos en el segundo, vamos es a tratar de ganar el juego”.
Y es que los de Nueva Inglaterra no se confían por tener el mejor récord de la Liga Americana, ni tampoco por enfrentar a su archirrival con una ventaja, hasta ayer, de 8.5 juegos.
“La rivalidad que existe entre Yankees y Boston es bastante fuerte, es bastante buena. Es como un Magallanes-Caracas en Venezuela, y sentir esa presión, te da esas ganas de hacerlo bien y tratar de ser uno de los más valiosos en el juego”, explicó. “Como pitcher no hay nada como ganarle a los Yankees. Yo te lo puedo decir: todos los pitchers quieren ganarle a los Yankees, porque es un equipo renombrado y porque son los Yankees”.
Vencer a los mulos es su principal objetivo, pero desea hacerlo manteniendo la consistencia que lo ha llevado a ser el mejor lanzador de su club desde que inició su racha, en la cual presenta marca de 5-4, pero con una muy buena efectividad de 2.74.

“De ser el más inconsistente, ya le cambié la manera de pensar a todo el mundo. El peor que comenzó la temporada fui yo, y ahora ser uno de los pitchers más consistentes en esta rotación es algo tremendo. Es algo bueno”, subrayó. “De no sentirme bien y comenzar la temporada mal, ahora ser uno de los mas consistentes me hace sentir bien”.
Doubront, a pesar de sumar tres victorias en el primer mes, llegó a tener su efectividad en 6.40 para el 8 mayo. Desde entonces la ha bajado continuamente y actualmente la tiene en 3.66.
“No soy de halagarme yo mismo, pero sé que si sigo haciendo las cosas bien, mantengo la consistencia, van a seguir hablando bien de mí”, agregó el criollo, quien adujo a problemas físicos su lento inicio de campaña.
“Fue bastante duro comenzar la temporada no sintiéndome

bien y con eso en la mente. Muchas veces me sentía bien, pero creo que mi brazo no estaba al 100%”, explicó. “Lo que hice fue trabajar duro hasta que me sintiera bien y nunca bajé la cara, nunca me dejé caer en la frustración por cómo estaba pitcheando al principio”.
“Trabajando duro con el pitching coach (Juan Nieves) los cinco días que tenía de rutina antes de lanzar, trabajando en lo mental y en lo físico, manteniendo mi hombro saludable, creo que eso fue la mayor parte de lo positivo que hice”, añadió el lanzador, quien vivió en el primer mes y medio una situación “bastante confusa” con su brazo.

“Algunas veces lo sentía bien, otras veces, no digamos adolorido, pero no a tono”, indicó. “Eran dos tendones en el manguito rotador que no estaban alineados bien, y algunos días podía lanzar duro, otros días no podía lanzar duro, pero no me dolía nada. Era algo bastante difícil, que lamentablemente me pasó al principio de temporada y los pitcheos no me hacían lo que quería, la recta a veces no estaba muy dura”.
“Eran bastantes cosas que causaron esas

recaídas. No fue mucho tiempo, pero sabía que se me iba a quitar algún día, que iba a mejorar y solo estaba esperando esa oportunidad de sentirme bien algún día y hacer el cambio que tuvieron en los números, en los juegos ganados y todos eso”, acotó. “Por toda la consistencia que he tenido las cosas están cambiando”.
Y pueden cambiar de tal manera que puede colocar próximamente su nombre al lado de uno de los más grandes, no solo de su organización, sino de todo el béisbol: Babe Ruth.

“El Bambino”, antes de ser vendido por los patirrojos a los Yankees, llegó a acumular una seguidilla de 18 aperturas sin permitir más de tres carreras, que significa el récord para un zurdo en la franquicia.
Y aunque Doubront ha escuchado y leído algo al respecto, poco está enterado del tema.
“No sé si estoy cerca, si pasé ese récord. No me comentaron personalmente, pero sí lo vi  en las noticias después del juego”, señaló. “Son cosas que salen y eso es de bastante orgullo. Estoy sorprendido por eso”.
“Ellos me dicen que son 15, 16 salidas, pero en realidad nunca había pensando en eso, porque estoy enfocado en una sola cosa”, agregó. “Si sigue así, pués que siga así. Siempre, cuando voy al montículo, voy a dar el 100%”.
“No importa lo que pase. Si me va bien o si me va mal, sé que me siento bien conmigo mismo, porque si me fue mal, doy el 100% por hacerlo bien, pero no estaba para mí. Y si me fue bien, mejor me siento, porque con ese 100% vi resultados positivos”, comentó. “Espero que siga la racha, y espero que yo sea el primero (con el récord). Voy a seguir trabajando para estar ahí y que me recuerden por eso”.
Aún está lejos de la marca absoluta de la franquicia, de 32, en poder de Roger Clemens (entre 1990 y

1991), pero tiene más cerca una meta pesonal: lanzar en la postemporada.
“Es el sueño de todos los pitchers y no te voy a mentir, sí lo he pensado, y creo que viéndome en ese momento lanzando en una postemporada, o en una Serie Mundial, me da más confianza a hacerlo mejor y tratar de ayudar al equipo a ganar el juego de ese día”, subrayó. “Para mí eso sería una gran felicidad y una meta más que uno se traza cada año”.
“Vamos en rumbo bueno”, añadió. “Nada más lo estoy pensando, no estoy diciendo que va a pasar, pero me encantaría que pasara. No solamente la postemporada, sino hay que ganarlo todo”.

Giro en el clubhouse

John Farrell dio un giro de 180º en el clubhouse de los Medias Rojas, que el año pasado llegaron últimos al mando de Bobby Valentine.
“La comunicación creo que es lo más importante que tiene el nuevo mánager”, explicó Doubront. “La diferencia entre el año pasado y este es bastante grande en ese aspecto”.
“Somos bastante diferentes. Los muchachos se relajan mucho para jugar, así ganamos o perdamos. SI ganamos somos buenos, pero si no ganamos, siempre tenemos la cabeza en alto”.