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El norteamericano, de 31 años, no fue tomado en cuenta por la gerencia rapaz para retornar esta temporada, pero ya pasó la página y ahora sólo piensa en ayudar a los margariteños a ganar, incluso frente a la fanaticada que lo acogió como uno de los suyos en las pasadas cuatro zafras.
“Esas cosas pasan. Ésto es un negocio”, dijo Totten, quien aseguró no sentir ninguna sed de revancha por ser menospreciado por la gerencia de Águilas, pese a culminar como líder en innings lanzados (85.2) y tercero en ponches (52) la temporada pasada, que cerró con marca de 2-0 y 3.16 de efectividad en el round robin.
“No puedo caer en eso. Sólo tengo que tratarlo como cualquier otro juego”, explicó. “Espero poder lanzar bien. En eso es lo que me tengo que concentrar mañana (hoy)”.
Totten no sabe qué esperar del público zuliano, que en más de una ocasión lo aplaudió de pie y gritó su nombre. ¿Aplausos? ¿Pitas? Independientemente, el derecho no trata de pensar en eso.
“En lo único que trato de concentrarme es en lanzar mi juego. Sólo en hacer lo que pueda para ayudar a mi equipo a ganar”, aclaró. “Eso es lo principal en lo que me voy a enfocar cuando salga”.
Aunque trata de no darle mayor importancia al duelo frente a su ex equipo, Totten sabe que será una apertura diferente por lo que significa volver con otro uniforme al Luis Aparicio, donde lanzó por última vez el pasado 13 de enero, durante el round robin de la zafra pasada.
“Cada juego es un reto, pero éste será más divertido, porque va a haber mucha energía envuelta”, indicó. “Será divertido salir al terreno a pitchear”.
El texano conoce a la mayoría del equipo rapaz, pero desconoce el line up que buscará propinarle una derrota en el primer juego de una serie de tres entre Zulia y Margarita.
“Honestamente, no he visto el róster”, expresó. “Sé que Drew (Locke) está en el equipo, he hablado con él, así como con Dwayne (Pollok), pero de verdad no sé quién más está en el equipo”.
Totten, quien compiló marca de 19-13, con 3.36 de efectividad en su pasado aguilucho, fue el abridor de Bravos en el juego inaugural ante Tiburones de La Guaira. Lanzó cuatro sólidas entradas, en las que sólo toleró una carrera limpia y cinco hits, pero se fue sin decisión.
El pasado domingo no tuvo mucha suerte y fue castigado por la poderosa ofensiva de Caribes de Anzoátegui. En cuatro capítulos recibió cuatro carreras y ocho imparables, dos de ellos triples de Alex Escobar y Niuman Romero, y dos jonrones, consecutivos, de Joe Koshansky y Eliézer Alfonzo.
“En mi última salida tuve algunos problemas en el montículo contra Caribes. Estoy tomando el ritmo”, subrayó. “En el último bullpen traté de mantener mis pitcheos bajitos, trabajé en algunas cosas y mejoré un poco. Sólo hay que seguir mejorando hasta que llegues al punto de darle al equipo la opción de ganar en cada salida”.
Y esa, precisamente, será su única preocupación hoy ante sus ex compañeros en Maracaibo.
“Tengo mis expectativas. Siempre las he tenido y siempre las tendré”, dijo. “Espero en cada salida darle al equipo la oportunidad de ganar. Ése es mi trabajo”.
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