Carlos González sabe mejor que nadie que con salud, todo es posible. La campaña de 2010 había sido su única con más de 140 compromisos disputados y terminó con el liderato de bateo de la Liga Nacional. Ahora volvió a superar esa cifra de encuentros y se convirtió en el quinto criollo con 40 cuadrangulares en una temporada de Grandes Ligas... Y va por más.
“CarGo” la sacó en el primer juego de la serie entre los Rockies de Colorado y los Cascabeles de Arizona, la noche del lunes en Phoenix, para integrar el exclusivo club de venezolanos con 40 cuadrangulares en una año, junto con Antonio Armas (1984), Andrés Galarraga (1996, 1997, 1998), Richard Hidalgo (2000) y Miguel Cabrera (2012, 2013).
“Es un selecto grupo bastante importante para todo nuestro país, jugadores que desde pequeño
observaba y siempre trataba de aprender de ellos”, resaltó el zuliano, vía telefónica desde Phoenix, poco después de su histórico batazo. “Estar en ese grupo es una gran satisfacción, algo que representa muchísimo, no solo para mí, sino para todo nuestro país, y de verdad que me siento muy orgulloso de ser parte de un grupo tan pequeño y de tan buenos jugadores como ellos”.
observaba y siempre trataba de aprender de ellos”, resaltó el zuliano, vía telefónica desde Phoenix, poco después de su histórico batazo. “Estar en ese grupo es una gran satisfacción, algo que representa muchísimo, no solo para mí, sino para todo nuestro país, y de verdad que me siento muy orgulloso de ser parte de un grupo tan pequeño y de tan buenos jugadores como ellos”.
Su estacazo, ante el zurdo Robbie Ray en el tercer episodio, estuvo cerca de ser decapitado por el también zuliano Ender Inciarte, pero el esfuerzo del jardinero de Arizona fue en vano ante la conexión de su paisano.
“En varias ocasiones había enfrentado a Ray. Le encanta tirar una buena recta, que llega a las 95 millas, Casi siempre que se montaba encima con la recta, mayormente en el medio del conteo, siempre le gustaba tirar un cambio y en esa oportunidad me mostró el cambio, estaba preparado para batearlo y bueno, gracias a Dios la bola pasó la barda y pude llegar a los 40 jonrones”, contó. “Si nos ponemos a conversar hoy en día no era algo que estaba en los planes. Para mí lo más importante este año era estar en el line up, mantenerme saludable y jugar la mayor cantidad de partidos posible, y ya que eso se cumplió, los números empezaron a salir solos”.
Luego de un inicio lento, el marabino, de 29 años, apretó el ritmo y suma 27 vuelacercas después del Juego de Estrellas, una marca para un venezolano, que lo tienen ahora apenas a uno del liderato de la Liga Nacional, que comparte su compañero Nolan Arenado con Bryce Harper, de los Nacionales de Washington.
“Sería fantástico llevarme la corona de jonrones”, admitió. “Pero siempre me he considerado un jugador que no va a buscar cuadrangulares; simplemente trato de conectar la bola bien, buscar un buen pitcheo y ser un mejor bateador”.
“Los jonrones han salido solos y no cambiaría la manera de pensar y de ir al plato”, agregó. “Trataré de seguir buscando buenos pitcheos para poder meter buenas conexiones y, de ocurrir, sería bastante bueno, y si no, de igual manera me siento orgulloso por cómo las cosas han salido”.
“CarGo” buscará convertirse en el cuatro criollo en liderar este departamento en las mayores, después de Armas (1981, 1984), Galarraga (1996) y Cabrera (2008, 2012), pero antes deberá superar, o al menos igualar, a Harper y a Arenado, con quien está viviendo una sana competencia.
“Simplemente hemos estado disfrutando lo que está pasando. Nos sentimos muy orgullosos el uno del otro, de poder hacer lo que estamos haciendo, a pesar de todas las cosas negativas que han pasado este año con el equipo, como estar nuevamente en el último lugar, el cambio de (Troy) Tulowitzki, y muchas cosas que han impactado el equipo”, comentó. “Pero hemos sido bastante profesionales y hemos mantenido ese buen ritmo, tratando de crear situaciones para el equipo, ayudarnos mutuamente y tratando de ganar la máxima cantidad de juegos que se pueda al final de la temporada”.
Con cuatro juegos por disputar, el zuliano suma 96 empujadas, por lo que está cerca de conseguir su segunda zafra con al menos 100 fletadas, su primera desde 2010.
“Estoy bastante cerca. Solamente me faltan cuatro carreras para poder lograr eso”, subrayó. “Ojalá que las oportunidades se me presenten. Todo depende de mis compañeros, los que tengo delante de mí. Ojalá puedan mantenerse en buen ritmo como lo han hecho (José) Reyes y Charlie Blackmon bateando de primero y segundo”.
“Hay que seguir fajado, hay que seguir trabajando duro y prepararme como lo he venido haciendo desde el principio de temporada”, continuó. “Debo observar a los pitchers y ser paciente para aprovechar todas las oportunidades que se me presenten”.
González reconoce que en ningún momento pensó hablar de las marcas personales que está consiguiendo al final de esta zafra, principalmente por lo difícil que fue encontrar su ritmo ofensivo.
“Sabía que manteniéndome saludable, viendo pitcheos a diario, manteniéndome en el line up me iba a brindar muchísimas oportunidades y los números se iban a reflejar al final de la temporada”, acotó. “Eso es lo que he venido haciendo desde que me empecé a sentir bien, diría que a mediados de junio las piernas empezaron a responderme, como siempre me había sentido anteriormente, y he venido haciendo lo que he estado acostumbrado a hacer”.
Y por eso quiere cerrar por todo lo alto sus choques en Arizona y en San Francisco, donde culminará la campaña el fin de semana, en búsqueda de más historia.
“Terminar en el terreno. Eso ha sido lo que en verdad de lo me he sentido más orgulloso este año, poder
estar batallando todavía en el terreno de juego, algo que no había logrado desde hace mucho”, destacó el jardinero, quien en 2010 tampoco pudo terminar en acción al lastimarse un dedo que lo dejó en el banco en la última serie de la campaña. “Siempre una lesión u otra me alejaban del terreno y no podía terminar con el equipo”.
estar batallando todavía en el terreno de juego, algo que no había logrado desde hace mucho”, destacó el jardinero, quien en 2010 tampoco pudo terminar en acción al lastimarse un dedo que lo dejó en el banco en la última serie de la campaña. “Siempre una lesión u otra me alejaban del terreno y no podía terminar con el equipo”.
Y ahora no solo está a punto de hacerlo, sino que tiene dos metas por las cuales seguir en la alineación.
“Siempre es bueno tener un motivo por el cual salir y tratar de dar lo mejor para ti y para tu equipo”, expresó. “Todavía puedo lograr muchas cosas buenas, como las 100 empujadas, y tratar de terminar con un buen average, de terminar saludable y sentirme orgulloso de que fue una temporada en la que valió la pena todo el esfuerzo y sacrificio que hice durante todo el año”.
Publicado en el Diario Panorama en su edición del 1 de octubre de 2015.
Publicado en el Diario Panorama en su edición del 1 de octubre de 2015.
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