domingo, 6 de marzo de 2011

“Quiero hacer mi propio nombre”

Alexander Ramírez Jr. debutará en el profesional en una liga independiente de Japón. “Ramichan”, su legendario padre, espera cumplir su sueño de jugar a su lado.
Dicen que hijo de gato, caza ratón, y ese dicho es el que Alexander David Ramírez Agüero espera que se cumpla desde este año, cuando saltará al béisbol profesional con los Soles de Kobe, equipo de una liga independiente del béisbol japonés.
El barquisimetano, de 17 años, es hijo de Alex Ramírez, la figura emblemática de los Gigantes de Yomiuri y una leyenda activa de la Nippon Prefessional Baseball.
“Me siento muy orgulloso de saber que Dios le ha dado la oportunidad de saltar al profesional, aunque sea en una liga independiente”, dijo “Ramichan”, vía telefónica desde Tokio. “Ha trabajado muy duro. Es un gran muchacho y tiene un gran futuro”.
El jardinero, dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Central, sabe que a su hijo se le pueden abrir muchas puertas gracias a él, pero también eso puede ser un arma de doble filo.
“Por ser mi hijo, van a esperar mucho de él. Por una parte, le pueden dar muchas oportunidades, pero al mismo tiempo le pondrían mucha presión, porque las expectativas serían muy grandes”, agregó. “Sólo le aconsejo que no trate de hacer más de la cuenta”.
A diferencia de su padre, los japoneses no esperan que Alex Ramírez Jr. conecte jonrones ni remolque carreras. Escogió estar del otro lado, en el montículo, precisamente tratando de evitar esos batazos.
“Desde muy joven siempre he sido lanzador. Este año me darán un rol de relevista para que me vaya adaptando a la liga”, indicó el derecho, de 17 años, desde su natal Barquisimeto. “Soy un pitcher aguerrido, que no le tiene miedo a nada. Mi recta es promedio para mi edad, de 84-85 millas. No dependo mucho de ella, porque tengo otros pitcheos: curva, cambio, slider, sinker y un cambio de nudillos que me ayuda mucho”.
Ramírez Jr. reconoce que ser el hijo de “Ramichan” le crea un peso extra, que espera poder manejar.
“No te lo voy a negar, ya siento la presión de ser hijo de quien soy. Sólo tengo que mantener mi humildad y saber de dónde vengo, de aquí de Barquisimeto y de la Escuela de Béisbol Menor de Cardenales”.
En 2009, a los 15 años, Ramírez Jr. tuvo su primer roce con el béisbol japonés, durante una visita que le hizo a su progenitor en Tokio.
“Estaba en el clubhouse un día y me dijo, ‘hijo, nos gustaría verte’”, recordó Alexander David, quien se dirigió a lanzar un bullpen frente a su padre y a Tatsunori Hara, mánager de los Gigantes y de la selección nipona que ganó el Clásico Mundial de Béisbol en 2009.
“Yo me quedé asombrado”, recordó “Ramichan”. “Porque no es fácil ver a un chamo de esas edad sin estar asustado. El mánager le pedía recta, y la tiraba; curva, y la tiraba, sinker, y lo tiraba. Les gustó mucho lo que vieron”.
Ramírez Jr. reconoció que “estaba muy asustado”, pero el propio piloto le ayudó a calmar los nervios.
“Antes de hacer el bullpen, el mánager me regaló la gorra con la que ganaron el Clásico Mundial, me la firmó y me dijo, ‘buena suerte. Esto es para que tengas un buen chequeo y para que todo te salga bien’. Eso me dio una confianza extra”.
Los Gigantes monitorearán todos sus pasos durante su temporada con los Soles, a la espera de reclutarlo en un futuro.
“Dios quiera que le vaya bien y tengamos la oportunidad de jugar juntos”, indicó el slugger.
“Mi sueño es jugar al lado de mi padre, bien sea con Águilas del Zulia o en Japón”, agregó su vástago. “Ellos (los Gigantes) me dijeron que en dos o tres años, dependiendo de mi madurez, podría estar subiendo al equipo grande y estar junto con mi padre”.
Mientras eso sucede, y pule todas sus herramientas desde el montículo, buscará escribir su propia historia en el lejano oriente.
“Tengo que llevar el nombre de mi papá en alto”, añadió. “El peso del apellido Ramírez es muy grande, pero quiero que me conozcan por quien soy, no por el padre que tengo. Quiero hacer mi propio nombre”.

En la mira rapaz
Águilas del Zulia ha mostrado interés en firmar a Ramírez Jr., según el pelotero. “Luis Rodolfo Machado siempre ha estado pendiente y me dijo en estos días, ‘espero que seas de Águilas del Zulia como tu padre’. Ya veremos de aquí a octubre qué sucede”.

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