A pesar de la derrota de Águilas del Zulia por blanqueo de 4-0 ante Tigres de Aragua, los asistentes al estadio Luis Aparicio, de Maracaibo, vivieron su momento de algarabía en la parte baja del séptimo acto.
Solo había 4.915 personas en las tribunas, pero la mayoría pedía con euforia un ponche. Al concretarse, estallaron en júbilo. Parecía que celebraban la victoria de su equipo, pero celebraban el turno fallido de un jugador del equipo local, Antonio “Potro” Álvarez.
“Me pareció muy mal. Mal hecho. Más en casa”, enfatizó Luis
Dorante, mánager de los zulianos. “Una cosa es que te piten y otra es que pidan
un ponche a un jugador de tu propio equipo”.
“No había visto eso jamás. En ninguna parte”, añadió el piloto. “Me sentí mal, porque fui yo quien lo puso a batear”.
En el clubhouse rapaz repudiaron el hecho. Freddy Galvis, una de las figuras del club, fue enfático en su cuenta de twitter: “Mi gente, fanáticos que solo van a burlarse o a insultar a sus propios peloteros porfa (por favor) quédense viendo el juego por tv, que de verdad en el estadio no los necesitamos”.
“Preferimos jugar solos que con ‘fanáticos’ así”, prosiguió el grandeliga. “Si vas al estadio solo apoya y ya. Bájenle dos a los insultos”.
Orlando Muñoz, una de las figuras emblemáticas de la franquicia y actual técnico, recordó la pita que recibió a mediados de los años 90, cuando un error en un doble juego decisivo ante Pastora le costó la derrota al equipo.
“En el segundo juego, cuando fui a batear, fui pitado”, rememoró. “Pero nunca había visto que a un pelotero lo pitaran por algo fuera del béisbol. Si él tiene su ideología, no creo que por eso deba ser pitado por los fanáticos de su propio equipo”.
La reacción del público zuliano sorprendió, incluso, a los jugadores rivales. Edgardo Alfonzo, quien jugó frente a la exigente fanaticada de Nueva York cuando defendió a los Mets en las mayores, tampoco podía entender lo que pasó.
“La gente mezcla mucho una cosa con la otra”, soltó. “Si eso lo hacen con los peloteros de tu casa, que queda para los demás”.
“Esto es un deporte al que vienen a distraerse, donde vienen niños para aprender”, añadió. “Es un mal ejemplo que se está dando”.
Álvarez, quien salió como emergente en lugar de Félix Pérez en lo que fue su primer turno en casa en la campaña, ni se inmutó ante la celebración del público zuliano.
“Eso es parte del espectáculo. No es la primera vez que me ocurre”, soltó el jardinero, quien apoya el gobierno del presidente Hugo Chávez. “Tengo mi posición política, porque antes de ser un cantante o ser un pelotero profesional, soy un ciudadano que ejerce su derecho, y cuando tu vas a ejercer su derecho al voto, debes tener una conciencia política”.
“No fue una reacción deportiva, sino política. Todo el mundo sabe que fue una reacción política”, añadió. “Respeto la ideología de cada persona, más no comparto la masacre verbal, venga de donde venga, en los medios de comunicación, en las redes sociales… A las personas que piensen distinto a ti, si estamos buscando la unión como venezolano, pienso que el ejemplo hay que dárselo a los jóvenes que vienen a disfrutar el deporte en familia, el deporte es unión. No los juzgo. No soy quien para juzgar a alguien. Imagínate a las personas que me juzgan a mí”.
Álvarez, en su tercer año con el uniforme rapaz, es visto como un líder dentro del clubhouse, por lo que todos le dieron su apoyo después de su primer turno en el nido.
“Nosotros apoyamos al ‘Potro’ 100%”, destacó “Pepita” Muñoz. “En los últimos años él ha mantenido el clubhouse junto, ha mostrado carácter ante los jóvenes. Es el primero que habla cuando hay que hablar”.
“En el equipo no tenemos a un Carlos González o un Gerardo Parra ahorita, pero él toma ese liderazgo”, acotó el coach, “Y no es porque sea ‘El Potro de Venezuela’ o porque sea chavista, es porque es un pelotero de experiencia que brinda la confianza a los muchachos jóvenes”.
Álvarez, de 33 años, agradeció el apoyo de sus compañeros de equipo e hizo un llamado a la reflexión de la fanaticada.
“Simplemente les digo (a los fanáticos) que Dios los bendiga e ilumine su camino, porque la preocupación que siento es por la cantidad de jóvenes que están observando en sus padres esa actitud. El ejemplo de su hijo no soy yo como pelotero, como cantante o figura pública, el ejemplo es usted como padre y representante de esa juventud que está creciendo”.
“El Potro” recordó un episodio esta misma temporada en Maracay, en el que una niña de nueve años se le acercó para pedirle un autógrafo y su representante la reprendió.
“Lo vi golpeando a su hija, porque no se debía mezclar con el maldito chavista. Esas actitudes son las que a mí me preocupa y que debe tomar conciencia cada uno de los venezolanos, bien sea afecto al gobierno, o no sea afecto al gobierno”, manifestó. “Mi llamado es a la unión, a la reflexión, a la armonía que debe existir. Cuando hay un juego Caracas-Magallanes, al terminar el juego todos somos venezolanos”.
“Tengo mi frente bien en alto y cada vez que salgo a jugar nunca he escondido de donde vengo, quien soy, a quien apoyo y si yo respeto a las personas que están pensando distinto a mí, de igual manera me gustaría ver un respeto, no solo para mí, sino para la cantidad de fanáticos que también me siguen y me apoyan, porque ellos están conscientes que con la violencia no se llega a ningún lado”.
“No había visto eso jamás. En ninguna parte”, añadió el piloto. “Me sentí mal, porque fui yo quien lo puso a batear”.
En el clubhouse rapaz repudiaron el hecho. Freddy Galvis, una de las figuras del club, fue enfático en su cuenta de twitter: “Mi gente, fanáticos que solo van a burlarse o a insultar a sus propios peloteros porfa (por favor) quédense viendo el juego por tv, que de verdad en el estadio no los necesitamos”.
“Preferimos jugar solos que con ‘fanáticos’ así”, prosiguió el grandeliga. “Si vas al estadio solo apoya y ya. Bájenle dos a los insultos”.
Orlando Muñoz, una de las figuras emblemáticas de la franquicia y actual técnico, recordó la pita que recibió a mediados de los años 90, cuando un error en un doble juego decisivo ante Pastora le costó la derrota al equipo.
“En el segundo juego, cuando fui a batear, fui pitado”, rememoró. “Pero nunca había visto que a un pelotero lo pitaran por algo fuera del béisbol. Si él tiene su ideología, no creo que por eso deba ser pitado por los fanáticos de su propio equipo”.
La reacción del público zuliano sorprendió, incluso, a los jugadores rivales. Edgardo Alfonzo, quien jugó frente a la exigente fanaticada de Nueva York cuando defendió a los Mets en las mayores, tampoco podía entender lo que pasó.
“La gente mezcla mucho una cosa con la otra”, soltó. “Si eso lo hacen con los peloteros de tu casa, que queda para los demás”.
“Esto es un deporte al que vienen a distraerse, donde vienen niños para aprender”, añadió. “Es un mal ejemplo que se está dando”.
Álvarez, quien salió como emergente en lugar de Félix Pérez en lo que fue su primer turno en casa en la campaña, ni se inmutó ante la celebración del público zuliano.
“Eso es parte del espectáculo. No es la primera vez que me ocurre”, soltó el jardinero, quien apoya el gobierno del presidente Hugo Chávez. “Tengo mi posición política, porque antes de ser un cantante o ser un pelotero profesional, soy un ciudadano que ejerce su derecho, y cuando tu vas a ejercer su derecho al voto, debes tener una conciencia política”.
“No fue una reacción deportiva, sino política. Todo el mundo sabe que fue una reacción política”, añadió. “Respeto la ideología de cada persona, más no comparto la masacre verbal, venga de donde venga, en los medios de comunicación, en las redes sociales… A las personas que piensen distinto a ti, si estamos buscando la unión como venezolano, pienso que el ejemplo hay que dárselo a los jóvenes que vienen a disfrutar el deporte en familia, el deporte es unión. No los juzgo. No soy quien para juzgar a alguien. Imagínate a las personas que me juzgan a mí”.
Álvarez, en su tercer año con el uniforme rapaz, es visto como un líder dentro del clubhouse, por lo que todos le dieron su apoyo después de su primer turno en el nido.
“Nosotros apoyamos al ‘Potro’ 100%”, destacó “Pepita” Muñoz. “En los últimos años él ha mantenido el clubhouse junto, ha mostrado carácter ante los jóvenes. Es el primero que habla cuando hay que hablar”.
“En el equipo no tenemos a un Carlos González o un Gerardo Parra ahorita, pero él toma ese liderazgo”, acotó el coach, “Y no es porque sea ‘El Potro de Venezuela’ o porque sea chavista, es porque es un pelotero de experiencia que brinda la confianza a los muchachos jóvenes”.
Álvarez, de 33 años, agradeció el apoyo de sus compañeros de equipo e hizo un llamado a la reflexión de la fanaticada.
“Simplemente les digo (a los fanáticos) que Dios los bendiga e ilumine su camino, porque la preocupación que siento es por la cantidad de jóvenes que están observando en sus padres esa actitud. El ejemplo de su hijo no soy yo como pelotero, como cantante o figura pública, el ejemplo es usted como padre y representante de esa juventud que está creciendo”.
“El Potro” recordó un episodio esta misma temporada en Maracay, en el que una niña de nueve años se le acercó para pedirle un autógrafo y su representante la reprendió.
“Lo vi golpeando a su hija, porque no se debía mezclar con el maldito chavista. Esas actitudes son las que a mí me preocupa y que debe tomar conciencia cada uno de los venezolanos, bien sea afecto al gobierno, o no sea afecto al gobierno”, manifestó. “Mi llamado es a la unión, a la reflexión, a la armonía que debe existir. Cuando hay un juego Caracas-Magallanes, al terminar el juego todos somos venezolanos”.
“Tengo mi frente bien en alto y cada vez que salgo a jugar nunca he escondido de donde vengo, quien soy, a quien apoyo y si yo respeto a las personas que están pensando distinto a mí, de igual manera me gustaría ver un respeto, no solo para mí, sino para la cantidad de fanáticos que también me siguen y me apoyan, porque ellos están conscientes que con la violencia no se llega a ningún lado”.
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