El prospecto se estrenó con Águilas del Zulia, ayer, con cuatro innings sin hits ante Bravos de Margarita. El zurdo demostró el gran desarrollo que ha tenido desde que debutó en la Lvbp, con Magallanes, en 2008.
Alex Torres se montó, ayer, en el montículo del estadio Luis Aparicio, "El Grande", de Maracaibo, con una efectividad infinita en su currículo dentro del béisbol profesional venezolano.
El zurdo, quien llegó a Águilas del Zulia en el cambio que llevó al grandeliga Alberto Callaspo a Navegantes del Magallanes, había hecho su estreno en la Lvbp el 30 de octubre de 2008 con los turcos. Su única presentación fue un desastre.
El prospecto de las Rayas de Tampa Bay debutó como relevista, ante Caribes de Anzoátegui, y no pudo sacar ningún out, marchándose a las duchas tras permitir dos carreras, otorgar tres boletos y recibir un dantesco cuadrangular de Luis Landaeta. Simplemente, para el olvido.
Por eso, su estreno con Águilas del Zulia significó para el abridor un nuevo comienzo en Venezuela, más allá de empezar a demostrarle a la fanaticada el valor que le dio la gerencia rapaz al obtenerlo a cambio de un pelotero rendidor como Callaspo.
"Me sentí hoy (ayer) como si estuviera debutando en esta pelota", destacó el serpentinero. "Traté de olvidar la salida que tuve con los Navegantes del Magallanes en el 2008. No fue muy buena, pero la olvidé e hice lo mejor que pude ahí en la lomita".
Y rápidamente comenzó a demostrar el talento que lo ha llevado a ser uno de los prospectos más cotizados de Tampa Bay, club que envió, el año pasado, a su entonces as Scott Kazmir a los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim por el criollo y Matt Sweeney.
Tyson Auer, el primer toletero de los Bravos de Margarita que enfrentó, se ponchó tirándole. Con esa misma receto culminó el primer inning, siendo esta vez la víctima Frank Díaz.
En el segundo acto mantuvo su dominio, pese a que Andy La Roche se embasó por error del antesalista Harold García, y propinó otros dos ponches, a René Reyes y a Javier Brito.
"Alex tiene un brazo fenomenal", destacó el receptor Guillermo Quiroz, quien remolcó con doble las carreras que le dieron el triunfo a los rapaces 2-1. "Lanzó muchas rectas adentro, las combinó con su cambio, y tiró como tres o cuatro curvas. Su repertorio está 'nasty'. Sobresale en esta liga".
Y con su mezcla de pitcheos retiró el tercero por la vía rápida, en lo que significaba, en teoría, su último capítulo en su estreno.
"Cuando terminé mi tercer inning llevaba solamente 37 lanzamientos", apuntó. "El pitching coach, David Rosario, me dijo que me quedaban pocos pitcheos para llegar a los 45 (su límite), y me dio la confianza para que saliera al inning número cuatro con intenciones de sacarlo, o al menos hacer uno o dos outs".
Y lo retiró, pese a que otorgó boleto a Selwyn Langaigne, a quien posteriormente sorprendió en la inicial para culminar su actuación, luego de 55 envíos, 10 más del límite impuesto por Tampa Bay para su primera presentación.
"Di una sola base por bolas y esa fue una de las clave por la que permanecí más de tres innings y pude lanzar un inning más", subrayó el zurdo, quien tiene como principal asignación mejorar su control.
Fue un estreno casi perfecto. No permitió hits, ponchó a cuatro, concedió un boleto y sólo dos hombres se le embasaron en cuatro actos, en los que Margarita nunca llegó a pisar la segunda almohadilla.
"Uno lo que busca es que el juego sea movido", dijo sobre su accionar con una cuenta limitada de envíos. "Pero las cosas salieron así, no me dieron hits, y eso quiere decir que no me pudieron descifrar bien los pitcheos".
Entre todo su repertorio, su catcher resaltó uno por encima del resto: el cambio.
"No todos los pitchers zurdos tienen ese tipo de cambio", comentó Quiroz, quien tuvo una gran comunicación con el valenciano. "Pienso que ese cambio se puede comparar al de un Johan Santana en sus mejores tiempos. Así de bueno es".
"Guillermo supo llamar un buen juego", subrayó Torres. "La clave del juego de béisbol para un pitcher es cuando uno no chequea tanto los lanzamientos. Estuvimos de acuerdo con los pitcheos que él me pedía. Él tiene más experiencia aquí en esta liga, ha jugado más que yo, trataba de dejarme llevar por lo que él me pedía, y las cosas salieron como queríamos".
Desde su próxima apertura podrá extender el plan de trabajo impuesto por Tampa Bay, que tiene un límite total de 30 episodios, por lo que lanzará cinco innings o 75 pitcheos, lo que no cambiará su forma de trabajar.
"Hoy (ayer) salí con la misma agresividad con la que siempre salgo a pitchear. Gracias a Dios pude mantenerme con gran dominio en la esquina de adentro y con mi recta estuve atacando a los bateadores", agregó. "Di lo mejor de mí para el público de las Águilas del Zulia, para que vean quién es Alexander Torres de hoy en adelante".
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