A pesar de ser anunciado como el principal candidato para ocupar la segunda base de los Indios, el zuliano Luis Valbuena no se confía y buscará afianzarse en la tribu.
Luis Valbuena fue una de las gratas sorpresas de los Indios de Cleveland en la zafra de 2009. El zuliano, de 24 años, llegó al club procedente de los Marineros de Seattle y se ganó a batazos la titularidad en la segunda base de la tribu.
El toletero ambidextro apenas conectó para .250 en 103 juegos, luego de ser ascendido en mayo, pero demostró su potencial al anotar 52 carreras y remolcar otras 31, gracias a 25 dobles, tres triples y 10 jonrones, pese a su estatura de 1,77 metros.
"Yo, cuando salgo a batear, no trato de conectar jonrones ni dobles, sino lo que trato es de conectar bien la bola", resaltó el oriundo de Caja Seca, vía telefónica desde Arizona. "Sólo trato de tener buen contacto, un buen turno, y, gracias a Dios, me salen los batazos".
Esas conexiones parecieron suficientes para que el nuevo mánager, Manny Acta, indicara a los medios norteamericanos que la segunda base era de él, a menos que la perdiera en el Spring Training.
Pese a tener su futuro en sus propias manos, Valbuena encara esta pretemporada como si la segunda almohadilla no le perteneciera.
"Hasta los momentos no tengo nada seguro", expresó. "Yo estoy listo para empezar los juegos de Spring Training, dar lo mejor de mí y hacer el equipo. De verdad no me confío de lo que me digan, sino que siempre salgo a hacer mi trabajo".
Y ese trabajo lo empezó el 20 de enero, cuando se marchó a Estados Unidos para iniciar su preparación y mejorar los aspectos de juego que le puedan garantizar la titularidad.
"He estado trabajando en poner la bola más en juego, en tener más contacto, en poncharme menos, que eso me va a ayudar a ser mejor pelotero", resaltó el infielder, quien abanicó la brisa en 83 de sus 368 turnos, con sólo 26 boletos. "Estoy trabajando mucho en la zona de strike, porque lo que quiero es mantenerme todo el tiempo en base".
El criollo apenas presentó un porcentaje de embasado de .298, por lo que la tribu le ordenó mejorar en ese aspecto.
"Lo que el equipo quiere es que esté en base todo el tiempo", subrayó. "También quiero subir mi average".
Defensivamente también ha estado haciendo ajustes, y confía en su compatriota Asdrúbal Cabrera para conformar una llave sólida alrededor de la segunda base.
"He estado trabajando mucho en mejorar mi alcance, porque mirando al staff abridor que tenemos, hay muchos que tiran bajito y van a dar muchos rollings", indicó el jugador, que cometió seis errores en 77 partidos como camarero en 2009.
"La comunicación con Cabrera cada día es mejor y eso me ayuda mucho", agregó. "Él tiene más experiencia y me da mucha confianza a la hora del juego, porque me ayuda en los pequeños detalles que tengo que hacer para no cometer los errores que él ha cometido".
Valbuena sólo espera la voz de play ball para asegurar su presencia el día inaugural como el segunda base de todos los días de la tribu.
"Ya estoy preparado física y mentalmente para la situación que me va a tocar en la temporada".
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