miércoles, 19 de agosto de 2015

“Nunca pensaba en esos récords”

Miguel Cabrera está complacido de superar las marcas de Andrés Galarraga , y apunta sus armas hacia su cuarto título de bateo:  “Lo más importante es mantenerme saludable”.


Miguel Cabrera siente una profunda admiración por Andrés Galarraga y por la historia del béisbol venezolano. Cuando habla sobre ello lo hace con tanto entusiasmo que pareciera que él no formara parte de esa historia... O que no fuera el primero en la lista.
El inicialista de los Tigres de Detroit superó, el domingo, la marca de más remolcadas para un venezolano, luego de conectar un jonrón de dos carreras para llegar a 1.426 fletadas en su carrera, dejando atrás las 1.425 que tuvo el caraqueño, a quien este mismo año superó en cuadrangulares al arribar a 400, aumentando el registro a 406 con su estacazo dominical.

“Estoy contento, agradecido con Dios por estar nuevamente en el terreno, tratando de ayudar al equipo a ganar, y de conseguir esa marca y pasar al ‘Gato’”, dijo Cabrera, vía telefónica desde Chicago. “Nunca me imaginé eso. Nunca pensaba en esos récords, pero gracias a Dios, con salud, todo se puede”.
Cabrera, quien perdió 35 juegos por una lesión en su pantorrilla izquierda, no ha podido conversar con “El Gran Gato”, pero no escatimó palabras de elogio para él.
“Él sabe que siempre va a haber mi respeto hacia él, siempre va a haber mi admiración hacia él y no importa los números que uno pueda tener, él siempre va a ser un icono venezolano. Lo admiramos mucho y siempre va a ser el “Gran Gato” Galarraga de nosotros los venezolanos”, subrayó. “Si no fuera por él, ninguno de nosotros estuviera aquí. Estoy agradecido con todo el trabajo que hizo, todo el trabajo que hicieron otros peloteros, como Luis Aparicio, toda la lista larga que tenemos, por todas las cosas buenas que hicieron por el béisbol y por Venezuela”.
Y Cabrera, en 13 años, está haciendo su propia historia, y se perfila
para derribar el récord histórico de empujadas de Hank Aaron, de 2.297, si mantiene su ritmo hasta el final de su contrato con los felinos. Al aragüeño, de 32 años, lo separan 871 fletadas, por lo que de mantener su actual promedio de 110 impulsadas en los próximos ocho años, se adueñaría del registro.
“Eso suena bueno”, soltó. “Pero todavía falta mucho”.
Algo más cercano es agregar su nombre dentro de la lista de 13 peloteros que han ganado cuatro o más títulos de bateo, selecto grupo en el que apenas hay dos latinos: Rod Carew y Roberto Clemente.
El grupo lo encabeza Ty Cobb, con 12, y lo completan Tony Gwynn y Honus Wagner, con ocho; Carew, Rogers Hornsby y Stan Musial, con siete; Ted Williams, con seis; Wade Boggs y Dan Brouthers, con cinco; y lo cierran Cap Anson, Harry Heilmann, Bill Madlock y Clemente, con cuatro cada uno. Todos tienen su placa en Cooperstown, por lo que alcanzar una nueva corona sería un punto más a favor para su futura inmortalidad en el Salón de la Fama.
“Eso es un orgullo, estar comparado con los grandes del béisbol, pero en realidad eso no le debe quitar el sueño a  uno”, admitió. “Uno tiene que seguir esforzándose, porque todavía me queda una carrera por delante”.
Para unirse a ese selecto club el maracayero solo necesita conseguir los turnos necesarios que lo separan del liderato de bateo de la Liga Americana, que actualmente tiene Jason Kipnis, de los Indios de Cleveland, con .325. Cabrera, quien promedia .349, necesita 502 apariciones legales al final de la temporada para optar al cetro, por lo que debe promediar 3,4 visitas al plato en los restantes 44 juegos de su club para alcanzarlas.
“Ahora lo más importante es mantenerme saludable y agarrar los turnos necesarios, pero no es algo que estoy buscando con desesperación”, admitió. “Estamos buscando agarrar un buen ritmo en el equipo y no repetir los errores que hemos cometido este año”.
El slugger sabe evitar las lesiones será clave para conseguir ese objetivo, que sería su cuarto título de bateo en los últimos cinco años y el sexto de manera consecutiva para un venezolano en las mayores.
“Pienso que la cuestión va a ser evitar las lesiones, el tiempo que tome en la recuperación que llevo,
eso va a ser lo más difícil”, afirmó. “Pero en sí no siento presión por agarrar los turnos, porque todo es con el juego. Si estoy jugando, pienso que voy a agarrar los turnos necesarios, pero si no juego, eso (el título de bateo) no va a suceder”.
El inicialista confesó que su pantorrilla “todavía no está al 100%”, pero sí lo suficientemente bien para seguir en    acción, después de ir a la lista de lesionados por primera vez en su carrera.
“Puedo hacer las cosas que sé hacer en el terreno de juego sin dificultad y lo importante es la transición de un juego de noche a un juego de día, que es cuando le pega a uno un poco más el cansancio”, comentó.
Acostumbrado a jugar para ganar, Cabrera tomó con tranquilidad la salida de piezas clave en Detroit, como David Price y Yoenis Céspedes, pero no tira la toalla con su meta de volver a la postemporada, pese al récord negativo de su club (57-61), que está a cuatro juegos y medio del segundo comodín.
“Uno tiene que entender su rol en el equipo, entender su rol en el trabajo, y esas no son decisiones que uno toma. Es difícil ver cómo cambian a tus compañeros, pero eso es parte del negocio y parte de nuestro trabajo”, enfatizó el toletero, quien también tuvo que despedirse de Dave Dombrowski, gerente general que fue despedido de la organización después de los cambios.
“Es una decisión directamente del dueño, pero estoy muy agradecido con todos los años que estuve compartiendo en el mismo equipo con Dombrowski, quien fue uno de los primeros que me vio cuando firmé con los Marlins”, destacó. “Estoy agradecido con todas las cosas buenas en las que me pudo influenciar, tanto en mi carrera, como en mi vida personal”.
Pese a tantos cambios, dentro del clubhouse aún se respira un buen ambiente como para tratar de darle caza a los Orioles de Baltimore, dueños del segundo comodín.
“Nos mantenemos positivos, que es algo muy importante”, reconoció. “Las esperanzas son lo último que se pierde y nosotros estamos aquí para hacer nuestro trabajo y para ganar, independientemente del récord negativo que tengamos ahorita”.
“Sabemos que podemos agarrar una racha buena y estar en la pelea en el último mes”, agregó. “Todavía estamos jugando pelota y estamos tratando de enfocarnos y engranar todas las piezas para tener un equipo consistente”.

Publicado en la edición del miércoles 19 de abril del Diario Panorama y actualizado para este espacio.

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