Cuatro años pasaron desde la última Serie del Caribe en
Venezuela, donde Margarita también fue sede, y muchas cosas han cambiado para
bien, pero otras siguen igual.
El estadio Nueva Esparta ha mejorado. Sin duda que el parque
está capacitado para recibir juegos del próximo Clásico Mundial y a nivel
organizativo mejoraron un 100% la atención a los medios de comunicación, conformando
un equipo con todos los jefes de prensa de los clubes de la Liga Venezolana de
Béisbol Profesional. Para aplaudir.
Pero algo no cambió: la exaltación al Pabellón de la Fama
del Béisbol del Caribe. Fue un acto desdibujado, principalmente por la ausencia
de dos de los protagonistas: Carlos Quintana y Álvaro Espinoza. Solo Jesús
Alfaro hizo acto de presencia para recibir su homenaje.
Hace cuatro años fue exaltado Wilson Álvarez y tampoco
asistió. ¿La razón? Nadie del comité organizador
se tomó la molestia de
llamarlo, ni para notificarle su ingreso, ni para invitarlo al acto. Ayer, esa
infame historia se volvió a repetir.
La versión oficial emanada del departamento de prensa fue
que no consiguieron pasajes para traer a Espinoza desde Estados Unidos,
mientras que Quintana, en teoría, tenía su pasaje para ir a la isla, pero “no
se montó en el avión”.
“A mí me informaron (de la exaltación al Pabellón de la Fama
de la Serie del Caribe) fueron mis familiares. Nunca recibí ninguna
notificación del grupo que organiza eso”, señaló Espinoza, excampocorto de
Navegantes del Magallanes, vía telefónica desde Estados Unidos. “Ni una
llamada, ni un texto, ni un email, ni una señal de humo. Eso es una falta de
respeto”.
“El Cañón” sí recibió la llamada, pero no la respuesta de su
vuelo ni estadía.
“A mí me llamó el señor (Rubén) Mijares la semana pasada
para
darme la noticia y me dijo que me volverían a llamar para darme la
información de los boletos para que fuera a recibir mi placa. Eso brilló por su
ausencia”, se quejó Quintana.
El Pabellón de la Fama del Béisbol del Caribe es un gran
reconocimiento para la carrera de los 71 peloteros que hoy están allí, pero que
la organización no les dé importancia a sus propios miembros es simplemente
infame.
“Me quedé con las ganas de recibir esa placa en persona,
porque fui quien sudó en el campo de juego”, se lamentó Espinoza.
“La idea era que yo lo recibiera, no Luis Rodolfo (Machado)”,
agregó Quintana. “Pero me dieron cuatro malas”.
Grandes historias se cuentan en ese estadio la serie a dado mucho desde el primer dia!
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