martes, 4 de febrero de 2014

El Pabellón de la Infamia

Cuatro años pasaron desde la última Serie del Caribe en Venezuela, donde Margarita también fue sede, y muchas cosas han cambiado para bien, pero otras siguen igual.
El estadio Nueva Esparta ha mejorado. Sin duda que el parque está capacitado para recibir juegos del próximo Clásico Mundial y a nivel organizativo mejoraron un 100% la atención a los medios de comunicación, conformando un equipo con todos los jefes de prensa de los clubes de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Para aplaudir.
Pero algo no cambió: la exaltación al Pabellón de la Fama del Béisbol del Caribe. Fue un acto desdibujado, principalmente por la ausencia de dos de los protagonistas: Carlos Quintana y Álvaro Espinoza. Solo Jesús Alfaro hizo acto de presencia para recibir su homenaje.

Hace cuatro años fue exaltado Wilson Álvarez y tampoco asistió. ¿La razón? Nadie del comité organizador
se tomó la molestia de llamarlo, ni para notificarle su ingreso, ni para invitarlo al acto. Ayer, esa infame historia se volvió a repetir.
La versión oficial emanada del departamento de prensa fue que no consiguieron pasajes para traer a Espinoza desde Estados Unidos, mientras que Quintana, en teoría, tenía su pasaje para ir a la isla, pero “no se montó en el avión”.
“A mí me informaron (de la exaltación al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe) fueron mis familiares. Nunca recibí ninguna notificación del grupo que organiza eso”, señaló Espinoza, excampocorto de Navegantes del Magallanes, vía telefónica desde Estados Unidos. “Ni una llamada, ni un texto, ni un email, ni una señal de humo. Eso es una falta de respeto”.
“El Cañón” sí recibió la llamada, pero no la respuesta de su vuelo ni estadía.
“A mí me llamó el señor (Rubén) Mijares la semana pasada para
darme la noticia y me dijo que me volverían a llamar para darme la información de los boletos para que fuera a recibir mi placa. Eso brilló por su ausencia”, se quejó Quintana.
El Pabellón de la Fama del Béisbol del Caribe es un gran reconocimiento para la carrera de los 71 peloteros que hoy están allí, pero que la organización no les dé importancia a sus propios miembros es simplemente infame.
“Me quedé con las ganas de recibir esa placa en persona, porque fui quien sudó en el campo de juego”, se lamentó Espinoza.
“La idea era que yo lo recibiera, no Luis Rodolfo (Machado)”, agregó Quintana. “Pero me dieron cuatro malas”.

1 comentario:

  1. Grandes historias se cuentan en ese estadio la serie a dado mucho desde el primer dia!

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