Gerardo Parra reconoce que está viviendo un mal momento, pero confía en un repunte en la parte final. Tiene intenciones de jugar con Águilas desde temprano.
Gerardo Parra llegó al juego del pasado 11 de agosto, entre Cascabeles de Arizona y Cerveceros de Milwaukee, con un slump de apenas un hit en sus últimos 34 turnos y un promedio de .232 en la temporada.
El zuliano, de 23 años, confesó que estaba presionado y con la mente dispersa.
“No es fácil”, asegura, vía telefónica desde Washington, donde Arizona juega su serie de fin de semana con los Nacionales. “Tienes la presión de que quieres hacer las cosas y a veces haces más de lo que puedes. A veces le das bien a la bola y te la agarran de cabeza, todo te sale mal”.
“Creo que para esto no hay más nada que puedas hacer que tener concentración y divertirte”.
Y esa concentración y diversión la recuperó el pasado miércoles, cuando disparó de 3-2, su primer juego de más de un imparable desde el 19 de julio. El viernes repitió la dosis, esta vez ante los Nacionales, ante quienes ayer ligó de 4-2, con su tercer jonrón del año.
“En realidad, en los malos momentos que pasé, no me divertía”, aseguró. “No podía estar concentrado, porque tenía mucha presión, mucha ansiedad por dar un hit, porque después que te salga un hit, ya te cambia todo, regresa la confianza”.
“Gracias a Dios salí del slump hace unos días, di dos hits, y me siento con más confianza”, destacó. “Y lo más importante de todo es que todavía estoy jugando”.
A pesar de presentar un bajo .247 de average y un promedio de embasado de .292, con sólo 23 remolcadas en 93 juegos, el jardinero se ha mantenido en el line up por su buen trabajo con el guante.
“No me está yendo muy bien con el bate, pero estoy jugando una defensiva muy buena, que a ellos les ha gustado y eso me ha mantenido jugando”.
Parra demostró el año pasado que puede batear en Grandes Ligas, luego de culminar con promedio de .290 y 60 remolcadas en 120 desafíos, por lo que confía en mejorar sus números esta temporada.
“Más que fe, yo tengo mucha esperanza y mucha confianza, porque así como fallé en 50 turnos y sólo di dos hits, yo sé que puedo agarrar otros 50 y dar 30 o hasta 40 hits”, expresó. “Confío en mí al 100% y todavía quedan unos 50 (44) juegos. Lo importante no es cómo se empieza, sino cómo se termine”.
A pesar de sólo tener 239 turnos, el zuliano no justifica su bajo rendimiento al poco juego que ha tenido en la campaña.
“No tengo excusas. Soy un pelotero que cuando me está yendo bien, es bien, y cuando me está yendo mal, es mal”, dijo tajantemente. “No tengo que poner ninguna excusa, que no he jugado ni nada de eso. Me han dado la oportunidad y lamentablemente las cosas no me han salido”.
El zurdo reconoce que su limitada actuación podría influenciar para jugar desde temprano en Venezuela con Águilas del Zulia, pero quiere ser cauteloso con esa situación.
“Hasta ahorita hay planes de jugar, no te puedo decir en qué fecha, porque todavía faltan dos meses de temporada y el equipo no me ha dicho nada”, afirmó. “Tengo que esperar que termine la temporada y en qué condiciones me sienta yo para jugar. De que tengo ganas de jugar, saben que sí, pero no tengo fecha específica, además que debo esperar a hablar con el equipo de Águilas para ver a qué acuerdo se puede llegar”.
El cambio de Alberto Callaspo al Magallanes y la posible ausencia de Carlos González, al menos hasta diciembre, dejarían al oriundo de Santa Bárbara de Zulia como la principal referencia ofensiva del club, una vez se uniforme.
“Siempre he pensado que un solo pelotero no hace un equipo. Creo que todos somos principales, en cada juego, en cada line up, en cada equipo. Sé que los fanáticos están inquietos por lo que pasó con Callaspo, con lo que puede pasar con Carlos y conmigo, porque no tengo nada específico ahorita, pero ahí tenemos muchos peloteros, como Rodney Medina, (Ernesto) Mejía”.
“De mi parte, si juego en Venezuela, tengan por seguro que voy a dar el 100%, pero no voy a echarme el equipo al hombro, sino que voy a hacer las cosas para que todos hagamos el trabajo y todos no echemos al equipo al hombre, desde la junta directiva hasta el bat boy del equipo, no solamente Gerardo Parra, Carlos González o Ernesto Mejía”, agregó. “Cada quien tiene que hacer su trabajo en el equipo para lograr un triunfo, que es la idea”.
Con respecto a la salida de Callaspo comentó: “ellos (los gerentes) saben lo que están haciendo y no puedo decir nada, porque el año pasado cambiaron a Andrés Eloy (Blanco), a Humberto Quintero, y llegaron tres muchachos (Mejía, Wladiir Sutil y Edgar Estanga) que hicieron tremendo trabajo”.
“No por eso digo que al irse Callaspo vamos a estar de lo mejor, pero hay que ver a los muchachos que vienen en el cambio (Alex Torres, Arcenio León y José Pirela), que son jóvenes que tienen el deseo y las ganas de jugar, y ojalá que vengan a hacer el trabajo mejor de lo que lo hacía Callaspo”.
“Carlos será un 30-30”
Uno de los más orgullosos de la temporada que está teniendo Carlos González en las Grandes Ligas es Gerardo Parra.
“Estoy muy contento, porque él es un hermano para mí”, dijo Parra. “No me sorprende lo que está haciendo, porque tiene un talento y un potencial increíble”.
“CarGo”, antes de la jornada de ayer, era líder bate de la Liga Nacional con .324, sexto en jonrones (25) y cuarto en remolcadas (77).
“Para mí, Carlos va a terminar como 30-30 (30 jonrones y 30 robos), y cuidado y no vaya a ser el MVP de esta temporada”.
El jardinero de los Rockies necesita cinco cuadrangulares y 12 estafadas más para unirse al selecto club, al que sólo ha ingresado un criollo: Bob Abreu.
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