jueves, 4 de febrero de 2010

Camino a la inmortalidad

Wilson Álvarez recordó las actuaciones que lo llevaron a ser exaltado al Pabellón de la Fama del Béisbol del Caribe.
“Yo estaba tan metido en mis juegos, tan concentrado en lo que tenía que hacer, que en realidad es poco lo que recuerdo con exactitud de lo que pasó en cada juego”.
Wilson Álvarez, quien verá hoy su nombre inscrito en el Pabellón de la Fama del Béisbol del Caribe, junto con el Oscar Azócar, tuvo varias actuaciones memorables para la fanaticada del béisbol venezolano, en especial de Águilas del Zulia, aunque esos recuerdos no estén muy frescos para él.
“Puede sonar algo loco y me dirás, ¿cómo no puede acordarse de esos juegos?, pero es así”, dijo el marabino, mientras le refrescábamos un poco la memoria sobre sus hazañas en los diamantes caribeños.

Mazatlán, 1989
Un debut triunfal

Con sólo 18 años, el 5 de febrero, Álvarez saltó a la lomita en Mazatlán en el tercer juego de Águilas del Zulia frente a los Indios de Mayagüez, como relevo, en el 12º inning, con un out, y hombres en las esquinas.
Los boricuas fallaron una jugada de squeeze play, con Orlando Merced en el home, para colocar la entrada en dos outs.
“Después ponché a Merced y Phil Stephenson dio jonrón para dejarlos en el terreno”, apuntó el zurdo, quien se llevó su primera victoria, con score de 5-2, en Series del Caribe.
Dos días después, ante Leones del Escogido, Rubén Amaro le dio la pelota en lo que significó el título para los criollos.
“A mí me dijeron que iba a abrir la noche anterior”, apuntó el zurdo. “Yo le dije, ‘dame la pelota y van a ver lo que hago. Les daré el 100%’”.
El novato se mantuvo 6.1 entradas en el montículo, en los que recibió cinco hits, cuatro carreras, con par de boletos y tres ponches. Se fue sin decisión, luego que el choque –y el campeonato- se decidiera en 13 capítulos, 8-7, con el jonrón de Gustavo Polidor.


Hermosillo, 1992
Joya a Dominicana

Venezuela amaneció de golpe el 4 de febrero y eso opacó en el país el debut de Águilas en la Serie del Caribe de Hermosillo, donde Álvarez se midió al Escogido, con Sammy Sosa, Raúl Mondesí, José Vizcaíno, Junio Félix y Henry Rodríguez en su line up.
El zurdo, Pitcher del Año en Venezuela e invicto en toda la campaña invernal, blanqueó 4-0 a los dominicanos, luego de recibir sólo tres hits, sin boletos y 12 ponches. Simplemente, imbateable.
“Ese fue año de Wilson Álvarez”, aseguró. “El año que me abrió las puertas a la inmortalidad en la Serie del Caribe”.
El abridor regresó al montículo el 9 de febrero para enfrentar a Naranjeros de Hermosillo en el quinto choque, en el que se fue sin decisión al tolerar cuatro hits y tres carreras, con un pasaporte y seis ponches, en el triunfo final de los rapaces 4-3, que perdieron el título en un juego extra con Indios de Mayagüez.
Álvarez terminó en el equipo Todos Estrellas de la competición.


Puerto La Cruz, 1994
Se unió al barco en el puerto

El zuliano se puso, por primera y única vez en su carrera como pelotero, un uniforme distinto al de Águilas, luego de reforzar a Navegantes del Magallanes en Puerto La Cruz.
Álvarez, indiscutiblemente el mejor pitcher del momento en el país, fue el encargado de abrir el quinto juego de los turcos ante los Senadores de San Juan, el 8 de febrero.
“En ese juego me enfrenté a Carlos Delgado y teníamos en nuestro equipo a Bob Abreu”, recordó “El Intocable”. “Fue algo especial, una alegría muy grande, porque jugábamos ante nuestro público. Esa vez me sentí un poco nervioso”.
Pero en la lomita eso no se notó y en seis actos dejó en cuatro imparables y una carrera a los boricuas, con par de boletos y siete abanicados, para anexarse la victoria. Esa actuación también le valió ser integrante del Todos Estrellas.

Santo Domingo, 2000
Revés sin carreras limpias

El marabino se despidió de los escenarios caribeños en Santo Domingo, en el primer juego de Águilas ante Cangrejeros de Santurce, el 2 de febrero.
Fue un amargo debut para Álvarez, quien perdió su invicto en clásicos caribeños en la paliza de los boricuas 17-6 ante los rapaces.
El zurdo fue castigado con siete hits en cinco actos, pero no recibió carreras limpias de las seis que le anotaron. Además, dio un boleto y ponchó a dos.
“Recuerdo que Alonso Powell me dio un jonrón”, apuntó. “Ese día jugamos muy mala defensa”.
Con esta actuación, Álvarez puso punto final a sus presentaciones en Series del Caribe, con un récord de 3-1, 2.18 de efectividad, con seis boletos y 31 ponches en 33 entradas de labor.

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