miércoles, 20 de enero de 2010

Machado analiza la temporada de Águilas... Y su futuro


El gerente general de los rapaces manifestó sentirse frustrado por fracasar en su intento de darle al Zulia su sexta corona. Es partidario de la idea de traer un mánager norteamericano la próxima campaña.



“Lo más desagradable de todo es que no se logró el objetivo de quedar campeón”.
Las palabras de Luis Rodolfo Machado, gerente general de Águilas del Zulia, demuestran el amargo sabor de boca con el que quedó por no poder celebrar los 40 años del club con el sexto título de la divisa.
“Este año se trabajó arduamente por el compromiso que teníamos de los 40 años”, expresó. “Teníamos trazado como meta quedar campeones”.
Las críticas de la afición hacia la gerencia rapaz no se han hecho esperar: desde “pobre contratación de importados”, hasta “falta de inversión” van las quejas.
“Nosotros trajimos una buena importación desde el inicio, con David Austen, el Pitcher del Año de la temporada anterior; además de Heath Totten (4-7, 3.78) y Chris Hernández (0-3, 16 SV, 2.49), porque sabíamos que pueden rendir en esta liga”.
Y no se equivocaron, a pesar de tomar un riesgo con tres lanzadores que tuvieron poca o nula acción en el norte. Luego de un lento inicio, Totten terminó siendo el lanzador más confiable de la liga (líder en innings lanzados con 85.2) y Hernández el co-líder en rescates del circuito. La lesión de Austen (1-4, 6.25) trastocó un poco los planes, pero fue acertada la llegada de otro veterano como Kenny Pérez (.269, 8 HR, 38 CI), el único jugador de posición que estuvo de principio a fin en el club.
Brendan Katin (.246, 1 HR, 7 CI), quien venía de sacar 14 pelotas y remolcar 45 carreras, era una contratación obligada.
Esta vez Katin no fue el mismo de la ronda regular, sino el que se vio en el round robin del año pasado (.184, 22 K), por lo que su puesto de slugger fue tomado por Andrew Locke (.266, 5 HR, 24 CI), quien tuvo un desempeño regular.
Josh Schmidt fue otro de los aciertos. Líder en ponches de la Lvbp, con 70, el derecho dejó un récord discreto de 2-5, con 3.58 de efectividad. Sus números no fueron mejores, simplemente, porque sus compañeros desperdiciaron varias ventajas a su favor.

No obstante, no todos los movimientos fueron correctos. Dwayne Pollok (3-3, 4.84) tuvo sus altibajos, mientras que pasaron, sin pena ni gloria, importados como Chris Denorfia (.222, 1 HR, 1 CI), Eric Wordekemper (0-0, 9.72) y Pat Venditte (1-0, 4.82).
Lo cuestionable llegó fue al momento menos indicado: en la recta final de la temporada. Sólo trajeron los brazos de los dominicanos Wilton Chávez (0-2, 18.69) y Sandy Rleal, quien lanzó sólo dos tercios en la ronda regular y fue colocado como cuarto abridor en el round robin, únicamente para demostrar que era tan desastroso como su compatriota.
Rleal fue botado después de su única salida, en la que sólo duró 2.1 innings en la lomita.
La decisión de prescindir del dominicano fue la correcta, el problema es que nunca tuvieron un sustituto.
“Yo di luz verde (para contratar otros importados). Si me pedían 12 mil dólares, yo los daba. Sólo quería ganar”, aseguró Machado, quien había indicado a su gerente deportivo, Rubén Amaro, y a su asesor, Jorge Urribarrí, que podían viajar a contratar peloteros a otros sitios del Caribe si era necesario.
La gerencia deportiva hizo sus contactos, pero prefirieron esperar a la serie en casa contra Magallanes (12 y 13 de enero) para ver si el club seguía con vida para traer a otra pieza.
¿Por qué esperar tanto para sustituir a un jugador que fue cesanteado el 5 de enero? ¿Por qué no luchar con las piezas completas si puedes hacerlo?
“Si lo traíamos (al nuevo importado), teníamos que pagar un mes de sueldo completo, y si no teníamos chance, íbamos a hacer el gasto por sólo una semana”, explicó Urribarrí.
“El problema no era el dinero. Eso es un mito”, aseguró Machado, quien indicó que la inversión en nómina del club pasó los Bs.F. 600 millones quincenales.
Mientras clubes como Leones, Tiburones y Navegantes traían jugadores de todas las áreas del Caribe, la directiva rapaz se quedó esperando un milagro que nunca llegó. Incluso, a cinco juegos para el final, y a uno de la eliminación matemática, decidieron prescindir de los servicios del mánager Eduardo Pérez.

“No era un decisión fácil sacar a tu manáger a cinco juegos del final, pero él tenía que dar el ejemplo y no hacer un espectáculo con lo que pasó con Kenny Pérez”, dijo el gerente general. “Esa no fue la única razón, tampoco supo manejar el pitcheo. Habían muchachos que pasaban muchos días sin lanzar, y tampoco demostró toda su autoridad”.
Machado puso el ejemplo en un incidente que se presentó antes del viaje a Miami, el 4 de diciembre, en el que Alberto Callaspo y Jean Carlos Granado tuvieron un altercado. Esa fue la razón por la que ninguno de los dos viajó. No problemas de visa, como informaron en ese momento.
“Esos son problemas internos, pero esas cosas hacen que se pierda la química”, indicó. “El equipo se desmoronó desde el viaje a Miami”.
Antes de ir a Estados Unidos, el club tenía el tercer mejor récord de la liga (26-21) y volaba rumbo a una clasificación que lucía segura. A partir de la serie en Homestead, presentaron marca de 4-13 y necesitaron de un juego extra para avanzar a la postemporada.
“La gente no acepta que un equipo que estaba clasificado haya tenido que avanzar así”, resaltó. “Este equipo ha debido clasificar sin problemas y luchar por el título, porque teníamos el material, pero cuando se pierde la armonía…”.
Ahora es que empieza el trabajo para la campaña 2010-2011. Machado Silva indicó que en su agenda no sólo está la búsqueda de un nuevo mánager, sino también la evaluación de su cuerpo de coaches (el único con regreso seguro sería Rómulo Oliveros) y de su gerencia deportiva, a la que piensa hacerle una adición, más no una sustracción.
“Vamos a tener que buscar a otra persona para que refuerce ese departamento; una persona que hable inglés y maneje buenos contactos en Estados Unidos”, dijo en referencia a la gerencia deportiva. “Jorge Urribarrí conoce de béisbol, al igual que Amaro, quien este año estuvo un poco enfermo y no nos pudo ayudar como esperábamos”.
Con respecto al futuro estratega no quiso adelantar nombres. Indicó que le hubiese gustado tener a disposición a Luis Dorante, quien tiene contrato con Bravos de Margarita, por lo que se decantaría por un piloto norteamericano.
“Hemos ganado más títulos con mánagers importados (Amaro, Pete Mackanin y Marc Bombard), así que me inclinaría por un norteamericano”, expresó. “Si Pompeyo (Davalillo) tuviera 20 años menos, me lo traigo, pero creo que contrataría a un norteamericano”.
Al mencionarle el nombre de Marcos Davalillo, hijo de Pompeyo y coach de Tiburones, indicó: “Habría que ver su disponibilidad”.
“Por ahora tenemos que hacer un análisis fuerte, porque hay muchas cosas que van a suceder”, aseguró. “Yo quiero ser campeón, así que no voy a dar ningún paso atrás en la gerencia, porque sé que tenemos el material para ser campeones”.

1 comentario:

  1. El Pueblo aguilucho pide a Ruben Amaro Jr. para la gerencia deportiva de las aguilas, no creo que en Philadelphia le paguen mejor que aquí.
    Ya en serio, como dije en twitter, al leer las declaraciones de Eddy Perez y unirlas con esta me late que John Carrillo se agregará a la gerencia deportiva.

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