Rubén Amaro Mora forma parte de la historia de Águilas del Zulia desde la temporada de 1983-1984, cuando condujo al club a su primer título de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y a la conquista de su primera Serie del Caribe. Pero, desde el sábado, su nombre ingresó al selecto grupo de inmortalizados por la organización rapaz, luego que su número 36 fuera retirado del equipo.
“Sé que es un gran privilegio que lo hayan hecho mientras aún puedo respirar”, dijo un emocionado Amaro, luego de ver su número elevado en lo más alto del estadio Luis Aparicio, junto con el 11 de Luis Aparicio y el 20 de Leonel Carrión.
“Simplemente le doy gracias a todo Maracaibo, a todo Zulia, por haberlo hecho posible”.
Rodeado de varios de los jugadores que dirigió en esa memorable campaña de 1983-1984, entre ellos Carrión, Derek Botelho y Jesús Marcano Trillo, el azteca, de 77 años, quien estuvo al mando del conjunto durante 11 campañas.
Luego de unas emotivas palabras a cargo del profesor J.J. Villasmil, el lanzador Marcos Tábata procedió a entregarle a Amaro la camiseta con su 36, número que el derecho utilizó hasta ayer, cuando cambió su dorsal al 63.
“Es un número que vengo utilizando desde hace varios años y cuando me dijeron que lo querían retirar simplemente pedí que me lo dieran invertido”, contó el relevista. “Sin duda que el señor Amaro se merece este reconocimiento”.
El mexicano no dudó en mencionar la histórica campaña 83-84 como el mejor momento de su carrera.
“Desde que empezamos vimos que teníamos un grupo muy especial.
Les dije, ‘lo único que quiero es 90 pies, que corran de home a primera, que respeten al público’, y tuvimos un amalgamiento extraordinario, con peloteros de gran calibre extranjeros, como (Roberto) Bobby Ramos, Terry Francona, una luz muy grande nos dio Razor Shines, y complementando a los peloteros veteranos con la juventud que tenía”.
En ese grupo también destacaron los veloces Jeff Stone, Jerry White y José Leiva, además de Johnny Paredes y Juan Bustabad.
“De veras que hicimos un 1-2 extraordinario, hicimos una mezcla muy buena”, agregó. “El mánager no es nada sin los jugadores y ellos dieron un gran espectáculo, no solamente aquí, sino en todos los parques de la liga venezolana, y luego pudimos llevar el mismo espectáculo a Puerto Rico y hondear la bandera de Venezuela en alto”.
“Tengo una vida llena de recuerdos”, añadió Amaro. “Siento mucho que no esté conmigo Pompeyo (Davalillo)”.
El exmánager cabimense, quien falleció este año, será el próximo en recibir este honor el próximo 7 de diciembre, cuando su número 1 sea colocado al lado del recién homenajeado Amaro.
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