"CarGo", el fanático de Los Simpson y de "CR7"

Carlos González es una persona común y corriente cuando no defiende los jardines de los Rockies de Colorado. El zuliano habló de sus gustos y confesó que se apodera del clubhouse de su equipo para ver jugar a Cristiano Ronaldo y al Real Madrid.

Carlos González se ha encargado de darle a conocer al mundo su talento como beisbolista dentro de un terreno de juego. Ese talento le permitió convertirse en el primer zuliano en ganar un título de bateo, sumar un Guante de Oro, un Bate de Plata y obtener un lucrativo contrato de 80 millones de dólares para asegurar su futuro y el de su familia.

Pero la fama y fortuna de la que goza ahora la tuvo que labrar desde abajo, haciendo sacrificios que le permitieron alcanzar su sueño de ser grandeliga.

Es una de las máximas figuras del béisbol venezolano, pero no deja de ser un muchacho común y corriente, que a sus 26 años disfruta de cosas normales como un juego de video o una película, y que se preocupa como cualquier venezolano por la inseguridad que agobia al país, como lo dijo en esta conversación, en la que revela su lado más humano.

—¿En algún momento se desconecta del béisbol?

—Es algo difícil, pero tratamos de hacerlo, porque es una temporada bastante larga y aparte, como profesional, uno siempre trata de enfocarse en su trabajo, estando en la temporada muerta o en plena temporada, y siempre preparándose y tratando de mejorar. Pero trato de hacerlo de vez en cuando para así despejar la mente, ser como otra persona común y corriente.

—¿Cómo lo hace? ¿Qué le gusta hacer en el tiempo libre?
—Muchísimas cosas. Cosas normales, como compartir tiempo con mi familia, compartir con mis amigos, salir a ver películas, relajarme en mi casa. Cualquier tipo de cosa me gusta hacer que no sea relacionado al béisbol.

—¿Qué hobby tiene?
—Me gusta mucho compartir con mi familia en cosas como ver una película, como salir a caminar, ir a parques... Hacer cosas que uno no tiene oportunidad de hacer cuando está en el juego, porque uno siempre tata de descansar al máximo para así hacer un buen papel en el terreno de juego.

—Dice que le gusta ver películas. ¿Lo puede hacer en el cine como una persona normal o lo hace en su hogar?
—La mayoría de las veces lo hago en mi casa, porque también es un poco difícil hacerlo en público por las condiciones en las que uno está. Pero cuando hay una oportunidad me doy una escapadita, me voy a ver una película, y trato de pasar desapercibido, que es algo difícil, pero de vez en cuando sí funciona.

—¿Tiene alguna película favorita?
—Hay muchísimas. Me gusta Hangover, que es una de mis películas favoritas. También me gusta ver películas que fueron basadas en hechos reales, como Titanic. También como Jurassic Park, que no es real, pero son películas que te relajan, te distraen y te ponen a imaginar cosas que en algún momento existieron.

—¿Qué actor te gusta?
—Me gusta mucho Denzell Washington, la manera cómo trabaja. Puede hacer cualquier tipo de película.

—¿Qué tipo de música escucha?
—Lo que más escucho es reggaetón. Me gusta mucho el reggaetón, la música de Puerto Rico. Me gusta también, por supuesto, la música de nuestra tierra, la gaita, que es lo que uno escucha desde pequeño, y también te hace recordar muchas cosas de tu niñez, te hace recordar de dónde vienes y toda la cultura de uno.

—¿Tiene algún cantante favorito?
—Wisin & Yandell. Me gusta mucho cómo cantan y han sido mis favoritos por muchos años, desde que salieron. De gaitas me gusta Ricardo Cepeda, y muchísimos más. Casi toda la gaita me gusta.

—¿Cuál es su canción favorita?

—De gaita me gusta Aquel Zuliano. Esa es mi gaita favorita, la que siempre me hace recordar a mi familia, a mi tío (José Antonio González), que falleció en 2010, y me gusta ponerla de vez en cuando. En Reggeatón una que siempre me gustó, de Wisin & Yandell, se llama Abusadora, que la he puesto cuando voy a batear.

—¿Hay algún artista que quiera ver en concierto?
—Me gustaría ver a Wisin & Yandell, me gustaría ver a Mark Anthony. He ido a conciertos, los he disfrutado. He tenido la oportunidad de conocer a muchas personas gracias a lo que me dedico. El último concierto que recuerdo que fui fue al de Chino y Nacho cuando estuve en Venezuela. Tuve la oportunidad de compartir con ellos. Los vi aquí en Miami una vez y también hemos hecho una amistad, y cada vez que tenemos la oportunidad de compartir, lo hacemos.

—¿Ve televisión?
—Poco, por el tiempo, pero sí me gusta ver televisión cuando el tiempo se presenta. Me gusta ver cualquier cosa.

—¿Sigue alguna serie?
—No, esas series son difíciles para mí seguir día a día. Son series que si comienzas un capítulo te gustaría ver todo y el calendario de nosotros no nos alcanza para eso.

—¿Antes veía alguna?
—Desde pequeño me gusta ver Los Simpsons. Siempre veía todos los capítulos y he comprado las temporadas en dvd, y las puedo ver en la casa cada vez que quiero.

—¿Se distrae con juegos de video?
—He usado Playstation, pero en los últimos años me he retirado. Antes era más adicto al Playstation, pero ya no he jugado como jugaba antes. Ahora tengo el Playstation Vita, el nuevo que salió, que es el que he utilizado últimamente, pero ya no soy tan pegado como antes.

—¿Qué juega?
—Hay muchos, de acción, como uno que se llama Uncharted, de Drake, que es de aventura, y también me gusta jugar béisbol y también el soccer (fútbol).

—¿Cuando juega béisbol, lo hace con su propio jugador?
—No, no. Me gusta jugar uno que se llama Road to the Show, que es de MLB the Show, en el que uno puede crear un jugador y empiezas desde las ligas menores y tienes que ir acumulando puntos y así uno hace su propia temporada. Trato de hacerlo con otro jugador, porque si lo hago conmigo y me hago out, me pongo bravo. Lo llevo personal, como si me hubiese hecho out yo mismo (risas).

—¿Pero ha llegado la ocasión en la que juega consigo mismo?

—No, me ha tocado estar en contra de mi muñequito y cuando batea, dejo caer la pelota para que dé hit (risas).

—En fútbol, ¿qué juego le gusta y con cuál equipo le gusta jugar?
—Con el Madrid. Ese es mi equipo. Soy fanático número uno de Ronaldo. Ese es el jugador favorito y el equipo favorito.

—Sin fanatismo, entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, ¿quién es mejor?
—Es difícil. Sé que Messi es un gran jugador y en los últimos años ha hecho cosas que muy pocos lo han hecho, pero, por supuesto, siempre voy a elegir a Ronaldo, porque Ronaldo es el jugador que me gusta. Me gusta la manera en la que juega, el estilo, y el enfoque que tiene.

—Para usted entonces fue especial ver ganar al Madrid la temporada pasada después de la hegemonía del Barça en los pasados tres años...
—Sí, porque últimamente el Barcelona había dominado mucho y este año fue bueno ver que el Real Madrid retomara de nuevo el campeonato.

—¿Le da chance de ver los Clásicos? ¿Cómo hace para seguirlos?
—Ahí sí me apodero del clubhouse. Todos los americanos empiezan a decir, ‘ya va a empezar CarGo otra vez con el soccer, a poner los juegos en todos los televisores’. En el clubhouse, en el training room, en todos lados pongo el juego y todo el mundo lo tiene que ver.

—¿Cómo celebró el último clásico que ganó el Madrid en Barcelona?
—Fue un momento de alegría. Todo el mundo (en el equipo) empieza a burlarse mío, que si está jugando mi novio, que si Ronaldo es malo... Empiezan a decir un poco de cosas para que yo deje de ver el juego, pero es imposible. Igual lo hice cuando estaba la Eurocopa. Estaba viendo los juegos en todos los estadios que iba. Siempre los ponía cuando estaba jugando Ronaldo y todo el mundo se contentó cuando Portugal perdió, porque no iba a jugar más Ronaldo. Yo no soy portugués, ni voy a Portugal, sino que quiero ver cómo juega Ronaldo.

—¿Ese fanatismo cómo surgió?
—A medida que han pasado los años en Venezuela ha crecido el fanatismo en el fútbol. Los muchachos se están inclinando también en jugar fútbol y de allí fue que empecé a ver los partidos. Desde que empezó a jugar Ronaldo con el Real Madrid fue que empecé a prestarle más atención, aunque antes empezó con el Manchester United, pero en ese entonces no me gustaba tanto como me gusta ahora. Ahora sigo más los partidos.

—¿Pero antes de CR7 ya era fanático del Madrid?
—Sí, era fanático, porque había muchos jugadores, como Zidane, Raúl, y todo el mundo empezaba a ver los juegos. Siempre me gustó cómo jugaba ese equipo y la franquicia.

—¿Cómo ha visto el crecimiento de la Vinotinto? ¿Sigue a la selección de la misma manera que al Madrid?
—Sí, igual. Uno trata de apoyar al país en lo que puede y el fútbol ha crecido inmensamente. Siempre tratamos de apoyarlos, de la misma manera que nos apoyan a nosotros cuando jugamos en Grandes Ligas, y tratando de que ese sueño se haga realidad, de que ellos puedan participar en una Copa Mundial, ya que uno desde pequeño siempre ha seguido el Mundial de Fútbol, a pesar que nuestro país no nos está representando allí. Pero ojalá que ese día llegue y todos podamos apoyar a nuestra selección.

—¿En los Mundiales a cuál selección apoyaba?
—A Brasil. No es que lo apoyaba, sino que me gustaba cómo jugaba. Siempre he sido fanático de los deportes y no he sido fanático de equipos, sino fanático de jugadores, igual como lo hago en el basket. Siempre trato de ver cómo ellos se enfocan al jugar y eso mismo uno lo practica en lo que hace uno. Uno es deportista profesional y uno trata de aprender de todos ellos. Sé que es algo diferente, que es un juego diferente, pero la intensidad y la concentración que se lleva es la mismo.

—¿Tiene su franela vinotinto?
—No, todavía no. No la he comprado, pero pronto la compraré.

—¿Y del Madrid?
—Del Madrid sí tengo (risas). Tengo una que dice CarGo, con el 5.

—Aparte del fútbol, ¿qué otros deportes le gustan y qué otros atletas ha admirado?
—Desde hace mucho tiempo soy fanático de los Lakers y Kobe Bryant es mi jugador favorito. Siempre he seguido los juegos de los Lakers, a pesar que hay una estrella como LeBron James, que también me gusta, porque me gusta seguir jugadores buenos. Fue buenísima la manera en la que jugaron este año y creo que es bien merecido el título de Miami.

—¿En Venezuela fue fanático de algún equipo?

—Siempre me gustaron las Águilas, porque es el equipo de nuestra tierra, pero siempre fui fanático de Bob Abreu. Cada vez que el Caracas iba a jugar, la atracción para mí era ver jugar a Bob Abreu con el Caracas, pero, como siempre, ligando para el equipo de las Águilas.

—¿Qué sintió al momento de llegar a conocer a su ídolo, al que iba a ver al Luis Aparicio con una camiseta de Leones del Caracas?
—Es algo impresionante cómo la vida te da oportunidades mientras uno se sacrifica y se enfoca en su trabajo. He tenido la oportunidad de jugar en contra de mi ídolo, de conocerlo, de compartir con él. Es algo que uno sueña que pase, pero nunca sabe si va a ser realidad. Ahora que he tenido la oportunidad, me he sentido bendecido y agradecido con Dios por todas las cosas que me ha dado.

—¿Ha tenido otros ídolos?
—Ken Griffey Jr. Desde pequeño siempre fui admirador de Griffey y también tuve la oportunidad de conocerlo, en sus últimos años, cuando estaba con Chicago. Fue un momento que también me impactó muchísimo, porque siempre lo vi jugar desde niño y estar en el mismo terreno con él, poder conversar con él es algo que siempre voy a recordar.

—¿Qué cree que estuviese haciendo si no hubiese sido pelotero? 
—Yo diría que estaría relacionado con el béisbol, porque el béisbol fue lo que siempre quise desde pequeño y me imagino que estaría ayudando a los niños a que sigan mejorando, a que puedan alcanzar sus sueños. Y estudiando, me imagino, como todas las personas normales, tratando de sacar una carrera y de ser un profesional, porque al final del día uno trata de ser profesional donde sea.

—¿Pero siente alguna inclinación por algo en particular?
—Yo diría que lo más fácil sería el béisbol, pero me gustaba mucho dibujar, desde pequeño. Incluso, durante mis últimos dos años en bachillerato lo hice en mención Dibujo Técnico y pues imagino que estaría trabajando en eso, de arquitecto.

—¿Cuánto fue su primer sueldo?

—Mi primer cheque en ligas menores fue de 300 dólares. Esa fue la primera vez que me llegó un cheque.

—¿Qué hizo con ese dinero?
—Gastarlo en el mall (risas).

—¿Recuerda qué se compró?
—Ropa... Pero en verdad mi primer cheque fue cuando firmé al profesional y lo primero que compré fue una casa para mi mamá, un carro para mi hermano y después me compré un carro para mí.

—¿De cuánto fue el cheque?
—200 mil dólares. Compré la casa de mi mamá, guardé el resto de la plata, le compré un carro a mi hermano y cuando llegué a Venezuela me compré otro para mí.

—¿Qué carro se compró?

—Mi primer carro fue un Honda Civic. No recuerdo el año.

—¿Cuál es su máximo trofeo?
—De valor, de verdad que no me aferro a las cosas. Tengo muchas cosas buenas, pero no soy aferrado a las cosas. Siempre trato de alcanzar un logro nuevo, de que todo lo que está a mi alrededor no sea lo único que voy a alcanzar. Lo que tiene más valor para mí es la familia, y ese es el mayor trofeo que Dios me ha dado.

—¿Quién es su mejor amigo?
—Mi mejor amigo es mi hermano (Euro), porque, aparte de ser mi hermano, es la persona que siempre me ha aconsejado a ser mejor persona, a ser más dedicado en mi trabajo. Es la persona que ha estado conmigo en las buenas y en las malas, y siempre ha estado ahí para apoyarme en los momentos malos y a ayudarme a salir de todas esas dificultades y obstáculos.

—¿Qué le hace feliz?
—Mi familia me hace feliz. La felicidad de mi familia es mi felicidad. Cuando ellos están felices por mis logros esa es la mayor motivación para uno. Uno siempre trata de lograr cosas bonitas, pero no hay satisfacción más grande que ver que tu familia se pone más contenta de los logros que tu haces que tu mismo.

—¿Eso se reflejó ahora en el Juego de Estrellas?

—Sí, eso fue algo también que siempre soñé desde pequeño, participar en un Homerun Derby, en un Juego de Estrellas, pero más que todo de poder contar con mi familia a mi alrededor, de que ellos lo disfruten, que vivan las mismas experiencias que uno, que vean cómo son las cosas, porque uno se las imagina, pero no las vive hasta que te llega el momento. Ese es el mayor impacto de todo.

—¿Existe algo que le haga llorar?
—A mí para sacarme lágrimas hay que darme con un martillo. No lloro, pero sí me pongo muy triste. El deporte es algo que te quita a veces más de lo que te da. Mucho sacrificio, estar alejado de las personas con las que quieres estar, de celebraciones de cumpleaños, de Día de las Madres, Día de los Padres, Día de los Niños. Esas son cosas que uno no las puede disfrutar como las disfruta la gente normal. Mientras los padres se están dando abrazos con sus hijos durante el Día del Padre, yo estoy jugando béisbol; cuando las madres se están dando abrazos con sus hijos, yo estoy jugando béisbol. Hay muchas cosas de las que uno se limita, que no puedes hacer. De todas maneras esa es la carrera que yo escogí y que también me da muchísima felicidad.

—Dice que habría que pegarle con un martillo, pero, ¿recuerda la última vez que lloró?
—Creo que la última vez que lloré fue cuando mi tío murió. De ahí en adelante no recuerdo haber llorado. La pérdida de un familiar, sea quien seas, seas un grandeliga o seas lo que seas, siempre te va a pegar. No hay nada que pueda curar esa herida, porque la familia es lo más importante para uno.

—¿Cuál es la principal preocupación que siente por Venezuela?
—El tema de la inseguridad, eso es lo que a todos nos preocupa. Eso es lo que tenemos que vivir diariamente en nuestro país y eso es lo que me encantaría que cambiara. Soy una persona que ahora vivo en los Estados Unidos y me gustaría que pudiera vivir en Venezuela como todos queremos, con seguridad, con armonía, que no haya tanta violencia. Eso es lo que más me preocupa de nuestro país.

—¿Qué significado tiene saber que usted puede generar alegría ante tantas noticias negativas en el país?

—Es muy bueno, porque es demostrar que en Venezuela hay muchísimo talento, que hay mucha gente de buenos corazones, y que así mismo como yo brindo alegría, puede haber muchísimos más que puedan brindar alegría con simplemente hacer algo que es un don, que es algo que Dios te dio, un don para jugar un deporte. En Venezuela a la gente le encanta el deporte. No solamente el béisbol. Le encanta el fútbol, el basket, y pueden alegrar no solamente a la gente normal, sino alegrarlo a uno también. A mi me llena de alegría cada vez que veo que un venezolano hizo algo en cualquier deporte, en cualquier aspecto. Eso es algo que uno siempre lo ve y se alegra, porque sabe el sacrificio que tiene que hacer, las cosas que tiene que dejar de hacer por enfocarte en esa profesión y lograr lo que logró.

—Fue un muchacho lleno de sueños, tuvo ídolos y ahora es idolatrado ¿Qué mensaje le puede dar a esa gente que quiere seguir sus pasos?
—El mensaje es simple: soñar no cuesta nada. Uno siempre tiene sueños y los sueños son alcanzables. El mejor ejemplo soy yo. Siempre soñé con estar aquí y lo logré con dedicación, con esfuerzo. Los venezolanos somos muy luchadores. Cuando queremos algo trabajamos al máximo, dejamos todo por lograrlo, y muchísimos niños, muchísimas personas que sueñan, que sigan tratando de alcanzar todas las metas que se trazan para así poder llegar hasta donde ellos quieran, porque todos tenemos el talento suficiente para poder hacerlo y que con trabajo y dedicación lo pueden lograr.