sábado, 28 de enero de 2012

Marea de batazos

Tiburones aplastó 9-1 a Tigres, igualó la final y decretó su regreso a Maracay. Brummett y Sánchez sobresalieron por los del litoral.
Caracas.-Tarde o temprano tenían que despertar y anoche los Tiburones de La Guaira encontraron la fórmula para descifrar el pitcheo de los Tigres de Aragua e igualar la final 2-2, luego de aplastarlos 9-1 en el cuarto choque de la serie, efectuado en el estadio Universitario, de Caracas.
El derecho Tyson Brummett lanzó siete entradas en blanco y recibió el aporte ofensivo de sus compañeros, quienes castigaron a los brazos aragüeños con once hits, cuatro de ellos extrabases remolcadores, para asegurar que la final se definiera en Maracay, a donde ambos clubes regresarán mañana.
“Le dimos una tempranera ventaja a Brummett que permitió que lanzara más cómodo”, destacó Marco Davalillo, piloto de los salados. “Mañana (hoy) tenemos un juego muy importante para ambos, en el que los dos equipos que están peleando los 27 outs”.
Rainer Olmedo conectó doble con las bases llenas en el segundo y Gregor Blanco lo imitó en el quinto para que La Guaira le diera la ventaja necesaria a Brummett, quien sólo concedió un boleto y abanicó a seis en su trabajo.
“Cada vez que recibo el apoyo ofensivo se hace mi trabajo más fácil”, reconoció el norteamericano, quien en su última salida, en el juego extra ante Magallanes, recibió el aporte de 16 anotaciones.
“Él trabajó mucho su repertorio, sus pitcheos rápidos y pitcheos rompientes, manteniéndolos bajitos en la zona”, destacó el receptor Héctor Sánchez. “Hizo tremendo trabajo y hay que darle bastante mérito a Burmett”.
Y Sánchez, después de un doble impulsor de César Suárez, fue quien se encargó de sentenciar el compromiso en el sexto, cuando catapultó un racimo de cuatro anotaciones con un soberbio jonrón de tres anotaciones para darle la bienvenida al recién ingresado Rich Rundles.
“Hemos sido un equipo que tiene la capacidad para producir carreras. A veces nos ponemos un poquito ansiosos, tratamos de hacer más de la cuenta, pero hoy no fue se caso”, reconoció Sánchez. “En mi caso, di el cuadrangular del lado derecho, que no ha sido mi fuerte. Estuve concentrado, buscando un buen pitcheo para conectarlo y lo pude conectar de una buena forma”.
Con la ventaja de nueve carreras, Brummett salió para el octavo tramo, pero Davalillo salió a removerlo para que se llevara una sonora ovación de los 12.121 fanáticos presentes.
“Pensé que podía sacar un out más, enfrentar a otro bateador, pero ya tenía 97 pitcheos y el mánager pensó que era suficiente”, contó Brummett. “Me dijo que así podría estar disponible para lanzar el domingo desde el bullpen”.
Anthony Ortega retiró los últimos dos innings, a pesar de permitir el tercer jonrón en noches consecutivas de Jorge Cortés, quien rompió el blanqueo, pero no pudo evitar la celebración de la primera victoria de Tiburones en una final en 25 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario