Víctor Davalillo, primer jardinero en ganar un Guante de Oro, felicitó al también zuliano Gerardo Parra por su galardón.
Víctor Davalillo tenía 27 años cuando abrió las puertas entre los jardineros criollos en ser premiado con un Guante de Oro en las Grandes Ligas.
El entonces centerfielder de los Indios de Cleveland se convirtió en apenas el segundo criollo en obtener un cuero dorado, después del también zuliano Luis Aparicio, quien sumó ese mismo año su quinto galardón defensivo.
“Yo vivía en el bloque 1 de Propatria, junto con Pompeyo Davalillo, mi hermano; Mercedes Agostini de Davalillo, que era su esposa, y mi sobrino”, recordó el ex grandeliga, vía telefónica desde Caracas. “Ahí fue que yo me enteré, porque me llamaron para decirme que me había ganado el Guante de Oro”.
El jardinero se encontraba entonces jugando con Leones del Caracas en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, y en lo que menos estaba pensando era en ese premio, cuando recibió la llamada desde Estados Unidos.
“Cuando uno está trabajando, uno no espera nada de esa vaina. Cuando uno está jugando pelota, tu no puedes esperar nada, sino hacer tu trabajo, compadre”, aseguró. “Eso sale solo. Eso es como el que quiere dar un jonrón y no lo da. Tu tienes que tratar de darle a la bola bien para que salga”.
“Vitico” actuó en 143 compromisos en el centerfield de la tribu, 141 de ellos como titular. Dejó un porcentaje de fildeo de .986, luego de cometer apenas cinco errores en 363 chances . Totalizó 10 asistencias y participó, además, en cinco doble matanzas en 1291.1 innings para ser uno de los tres jardineros elegidos, junto con Jim Landis, de los Medias Blancas de Chicago, y Al Kaline, de los Tigres de Detroit.
“Cuando yo llegué a Grandes Ligas, el único que estaba allí era Aparicio, en el año 63, y después entré yo. Éramos los únicos venezolanos que estábamos ahí. Después fuimos creciendo poco a poco”, recordó. “Fue un orgullo ganar ese premio, porque por muchos años casi todos los Guantes de Oro eran para los infielders, para los shortstops, pero el único jardinero era yo”.
Pasaron 41 años para que otro jardinero criollo fuera galardonado, cuando Bob Abreu lo ganó con los Filis de Filadelfia en 2005, y en los últimos dos años tres venezolanos más se han unido a esa lista.
“El primero fui yo en el outfield, y después Bob Abreu”, recordó Davalillo. “El año pasado lo ganaron ‘El Guti’ (Franklin Gutiérrez) y ‘CarGo’ (Carlos González), y ahora somos cinco los jardineros que hemos ganado ese premio con Gerardo Parra”.
Davalillo, de 75 años, dijo estar gratamente sorprendido por la distinción del nativo de Santa Bárbara de Zulia.
“Eso fue una sorpresa. Eso fue como pegar un cuadro en el 5 y 6”, soltó. “Se pensó más en (Asdrúbal) Cabrera, el de Cleveland, en que lo iba a ganar en el shortstop, pero se lo dieron a un dominicano (Erick Aybar)”.
El de Parra significó el Guante de Oro 38 para Venezuela y el 121 para un pelotero zuliano, nueve de ellos de Aparicio. El jardinero de los Cascabeles de Arizona tuvo porcentaje de fildeo de .990 en la campaña y de .993 cubriendo el jardín izquierdo, liderando la Liga Nacional en asistencias, con 12, junto con su coterráneo González.
“Él se lo merece. Si él salió fue por sus méritos, porque para que los americanos le den un trofeo a un latino cuesta”, subrayó Davalillo. “Si él salió (elegido) fue porque le llevaba una morena a todos los que estaban ahí”.
“Parrita” superó en la votación a Ryan Braun, de los Cerveceros de Milwaukee, y a Matt Holliday, de los Cardenales de San Luis.
“Yo lo felicito, porque está abriendo más puertas, no solamente para los zulianos, sino para todos los venezolanos”, exclamó “Vitico”. “Que siga la cosecha, porque los Guantes de Oro son para nosotros, y para todos los atletas venezolanos, como ganar una medalla de oro en atletismo, en ciclismo, en el deporte que sea. Mientras nosotros los venezolanos estemos ganando preseas en cualquier deporte, vamos a poner el nombre de Venezuela en grande”.
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