Miguel Cabrera recibirá hoy el premio Luis Aparicio y espera tranquilo la decisión del Más Valioso de la Liga Americana. “El solo hecho de ser candidato es un triunfo”.
Luego de seis años, Miguel Cabrera regresó a Maracaibo para ser reconocido por su excelente desempeño en las Grandes Ligas.
El flamante campeón bate de la Liga Americana recibirá, hoy, el premio Luis Aparicio como el mejor criollo de la temporada 2011, creado por Mikel Pérez, presidente de la empresa Line Up Internacional, en 2004.
“Es un gran honor. Pienso que quien recibe este premio siempre se tiene que sentir orgulloso, porque lo estás recibiendo de las manos del único Hall de la Fama venezolano que hay en las Grandes Ligas”, dijo el inicialista de los Tigres de Detroit, en eclusiva a PANORAMA. “Es un orgullo para uno, más en un día especial como es el Día de la Chinita aquí en Maracaibo. Voy a tratar de disfrutarlo lo mejor posible y sentir el calor de la gente”.
-¿Qué siente al escuchar las proyecciones que lo señalan como un futuro acompañante de Luis Aparicio en Cooperstown?
-Es una gran motivación, pero queda mucho camino por recorrer. Hay que contar con mucha suerte, siempre está el factor lesión que puede influir en tu carrera, pero uno siempre está positivo. Pienso que el próximo Hall de la Fama que podemos tener es Omar Vizquel. Es quien está más cerca, de quien se puede hablar para dar ese gran paso después que se retire. Uno prácticamente va empezando, falta la mitad de una carrera para empezar a hablar de eso, pero esas son cosa que te motivan.
-Este año consiguió una meta personal con el título de bateo, ¿pero qué significó alcanzarla remontando casi 10 puntos en la última semana?
-Fue muy especial. Tuve una mala experiencia cuando quedé de segundo, cuando lo ganó Freddy Sánchez. Ahí (en 2006) lo traté de buscar mucho, lo traté de ganar, eso me sacó de concentración y no me enfoqué la última semana que estaba como a tres, dos puntos. Esto fue poco a poco. Fui trabajando fuerte cada mes. Tuve dos meses malos, pero me pude recuperar en los dos últimos meses, traté de ir juego a juego, no traté de conectar seis o siete hits en un juego, sino de conectar uno o dos hits cada juego y de mantener una consistencia durante toda la temporada.
-¿En qué momento pensó en el título de bateo?
-El último día. Magglio (Ordóñez), Víctor (Martínez) y todos los peloteros estaban pendientes de eso y yo no quería saber mucho de eso. Siempre trataba de no pensar en eso, trataba de concentrarme en ganar el partido, porque estábamos peleando por el mejor récord de la Liga Americana y estaba más motivado por eso que por el título de bateo. Esa motivación de ganar partidos, de salir al terreno a ayudar al equipo a ganar me ayudó a que fuera más consistente en mis turnos, a la hora de agarrar una base por bolas, a no irme con pitcheos malos y a ser más paciente en el home.
-¿Cómo ve sus posibilidades para ganar el próximo 21 de noviembre el premio al Jugador Más Valioso?
-No sé, pienso que la gran competencia está con mi compañero Verlander. Él también se merece ese premio, como muchos que están compitiendo, como (José) Bautista, como (Curtis) Granderson, como (Robinson) Canó, como el mismo Adrián González, Jacoby (Ellsbury), que tuvieron grandes temporadas. El solo hecho de ser candidato es un triunfo. Que te estén tomando en cuenta ya es algo que, en un futuro muy cercano, puede ser que lo gane, pero esas son cosas que uno no puede controlar, que se escapan de mis manos. Lo que podía controlar ya lo hice y quedé satisfecho con los números que puse en el terreno de juego.
-¿Cuáles son las próximas metas personales que se traza?
-Un Guante de Oro, todo eso está en la mesa. Cada año uno quisiera hacer algo nuevo y cómo no querer ganarse un Guante de Oro o un anillo para la ciudad de Detroit.
-¿Extrañará la presencia de Ordóñez y Carlos Guillén en Detroit?
-Seguro. Va a haber un gran vacío en el clubhouse. Eran dos piezas clave para nosotros, dos peloteros veteranos que engranaban muy bien en el equipo y nos van a hacer falta. No va a haber personas que los sustituyan a ellos y quienes los puedan sustituir van a tener unos zapatos bien grandes que llenar. Uno nunca sabe si va a volver a jugar con ellos, pero les deseo toda la suerte, espero que Magglio se recupere pronto y vuelva a estar en el terreno de juego.
-¿Qué opinión le merece lo sucedido con Wilson Ramos?
-Lamentable. Fue una situación que nos pegó a todos. Él es un amigo muy cercano, lo veo como un hermano, hemos vivido muchos momentos juntos y ver que él cayó en esa situación me afectó mucho, pero son cosas que pasan en la vida. Es lamentable lo que le pasó, pero hay que seguir adelante. Lo bueno y lo importante es que se hicieron las cosas bien para devolverlo a casa. Pienso que la semana que viene va a estar en play, va a ser algo bueno, porque se va a distraer un poquito y esperemos que de todo esto salga algo positivo. Esperemos que las cosas en Venezuela empiecen a cambiar, que esto nos sirva de experiencia a todos para ir mejorando como personas. Qué mejor ejemplo que Maickel (Melamed), que corrió esos 15 kilómetros (en el maratón de Nueva York) y pienso que cualquier dificultad que tengas en la vida la puedes resolver. Todo tiene que ser con empeño y con ganas de luchar. Todos los días que salgas a la calle te vas a conseguir con obstáculos, lo bueno es que lo sepas manejar y puedas salir de él.
-¿Aún siente la inquietud de jugar con Tigres de Aragua?
-Seguro, a uno nunca se le quitan las ganas de jugar aquí, pero esas son cosas que uno no puede controlar. Uno quisiera volver al béisbol profesional venezolano y espero que en un futuro cercano esté aquí y pueda jugar otra vez.
Aparicio, orgulloso
Luis Aparicio señaló que “es un gran regocijo estar al lado” de Miguel Cabrera, a quien premiará por segunda vez desde la creación de premio. “Estoy muy orgulloso de tu carrera, que para mí la estás empezando. Te has ganado muchos premios, pero eres joven, fuerte, y ojalá Dios y la Chinita te sigan bendiciendo para ganar muchos más”.
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