"Los culpables somos nosotros"

Carlos González se vistió de naranja esta temporada con una sola cosa en mente: celebrar los 40 años de Águilas del Zulia con un título.
No obstante, las esperanzas de "C-Gon", así como el del resto de sus compañeros, finalizó en el juego 12 del round robin, el primero tras el despido del mánager Eduardo Pérez, con quien la gerencia pagó los platos rotos por los resultados, más allá del episodio con Kenny Pérez.
"No hay que culpar a nadie en particular", expresó González. "Los culpables somos nosotros (los peloteros)".
"Jugamos muy mal en todo el playoff", reconoció la principal figura de los rapaces. "Y esos errores, muchos de ellos mentales, fue lo que nos afectó durante toda la temporada".
La defensiva zuliana cometió 97 pecados en la ronda regular. En el round robin la situación no mejoró y sumaron 27 en sus primeros 13 encuentros. Simplemente no hicieron las jugadas de rutina y tampoco ejecutaron en la ofensiva para ayudar a un pitcheo que, de por sí, era tambaleante.
Hasta el juego que les costó la eliminación, los zulianos promediaron .189 con hombres en posición anotadora, pero aún así llegaron a fabricar casi cinco carreras por juego (4.9), ventaja insuficiente para un pitcheo inefectivo.
El cuerpo de abridores presentó una efectividad de 4.73, mientras que los relevistas permitieron 6.55 anotaciones por cada nueve entradas actuadas. Eso, aunado al regalo de bases en la defensa, fue suficiente para ser el primer equipo eliminado del round robin.
Los contrarios estafaron 18 bases de 22 intentos, y el pitcheo cometió 14 wild pitches (más de uno por juego) para contribuir con la debacle. Así, sencillamente, era imposible ganar, por más movimientos que hiciera Eduardo Pérez desde el dogout.

"Sé que él (Pérez) trató de hacer lo mejor posible para el equipo", apuntó González. "Quizás toda esa frustración (por lo que sucedía en el terreno de juego) fue lo que llevó a tomar la decisión de sacar a Kenny Pérez".
Ese movimiento fue el detonante para que la gerencia cesanteara al piloto, quien sacó a su antesalista, en pleno quinto inning del juego del miércoles ante Magallanes, tras un error del jugador. El norteamericano explotó, intercambiaron palabras, y se vio un espectáculo bochornoso por toda la televisión nacional.
Aunque el piloto y el jugador aseguraron que fue un malentendido, por una lesión en el codo del antesalista, ya el daño estaba hecho.
"Yo no estuve de acuerdo con la salida de Kenny, porque él ayudó muchísimo al equipo y sé que estaba buscando el mismo objetivo", subrayó el marabino. "Lo más delicado es que esas cosas no se pueden ver delante de un público".
"Siempre tenemos problemas, como todos los equipos, pero esas cosas se arreglan adentro (en el clubhouse)", agregó. "Si cuento las cosas que han pasado, hay que botar a todos. Pero somos una familia y ese tipo de cosas pasan".
A pesar de no conseguir el objetivo, que era brindarle a la fanaticada su primer título en 10 años, González no siente que fue un año para el olvido.
"Hubo cosas positivas. No todas las cosas fueron malas", aseguró. "Vimos a peloteros jóvenes, como Henry Rodríguez y Ernesto Mejía, que son jugadores que van a estar aquí por mucho tiempo".
El jardinero volvió a confirmar que no reforzará a ningún equipo en la final. Es más, ni siquiera jugará en los partidos finales de Águilas en el round robin.
"Creo que ya es suficiente. Llegó la hora de descansar", subrayó. "No quiero correr más riesgos de los que ya he corrido".